Los priistas sorprenden

Debo confesarlo: los priistas de Tamaulipas me tienen asombrado. Imposible no estarlo cuando es la primera vez que llegan a una elección de su Presidente Estatal, sin saber con anticipación quién será el elegido.
Desde siempre, los procesos internos priistas han sido un auténtico espectáculo circense, una simulación o, por decirlo decentemente, un mero cumplimiento del protocolo que marcan los estatutos del partido.
Había sido así porque, cuando el PRI estaba en el Poder, era el Gobernador en turno el que decidía el nombre del líder estatal del partido. Ya lo demás, como le decía, era mero trámite protocolario para acatar la orden. Porque literalmente era eso: una orden.
Hoy, sin embargo, a 24 horas de que inicie la reunión del Consejo Político Estatal, todavía no se sabe quién de los tres candidatos será el ganador.
Como suele suceder, abundan los pitonisos que se dicen dueños de la verdad y dan desde ahora ganador a uno y otro de los aspirantes, pero la realidad de las cosas es que no hay nada para nadie.
¿Bajo qué argumentos alguien puede asegurar la victoria de Óscar Luebbert Gutiérrez, Sergio Guajardo Maldonado o Alejandro Guevara Cobos? No hay forma de que alguien garantice el triunfo de uno de ellos.
En ese sentido creo que se trata de algo sano para el partido, ya que si los perdedores son inteligentes deberán sumarse, sin remilgos y resentimientos, al que resulte ganador, porque con ello estarán concretando la hombrada de que por primera vez su líder estatal sea producto de un proceso limpio.
Eso es algo que seguramente muchos tricolores no han visto y no están valorando todavía, pero seguramente lo verán el fin de semana.
Y es que, la misma inercia del contexto político del Estado, donde el PRI es ahora oposición y quedó “huérfano” al desaparecer la figura del primer priista, está llevando a los grupos internos a batirse en una contienda cerrada que, paradójicamente, los unirá más en vez de dividirlos.
De hecho, hay quienes se asombran y critican por el golpeteo entre los contendientes para tratar de desprestigiar al de enfrente y de paso ganar simpatías para su causa. Pero no hay por qué sorprenderse, porque hasta en las mejores democracias del mundo es una práctica recurrente.
Vaya pues, es normal que se intenten descalificar.
Bajo ese escenario, creo que aún antes de la elección interna, el PRI tamaulipeco ya ganó. Es así porque, por un lado seguramente la militancia quedará satisfecha con una elección auténtica, y por otro, el efecto mediático del proceso interno está reviviendo al PRI en el colectivo social.
Como quiera, ya mañana sabremos en qué acaba todo.

EL RESTO

A PROPÓSITO de elecciones, el Partido Verde Ecologista de México, (PVEM) se prepara para renovar su dirigencia, y a menos que otra cosa suceda, Patricio King repetirá en la Secretaría General.
No obstante, queda claro que hay un gran sector del “Verde” que no quiere a King, por lo que, una de dos: o se pone a conciliar con los inconformes; o se arriesga a que se le venga encima una rebelión para destronarlo.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
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