LA AMANTE

"He seducido a muchos hombres. Siempre me incliné por hombres con talento. No tuve amantes por tenerlos".

Jeanne Moreau
 
 
Fue más que una actriz. En las décadas de 1950 y 1960 se convirtió en portadora de un mensaje revolucionario: que las mujeres podían tener amantes con la misma libertad que los hombres.

Cuando Emmanuel Macron, el Presidente de Francia, la recordó tras su muerte este 31 de julio, evocó su interpretación de la canción "El torbellino de la vida" en "Jules et Jim" (1962) de François Truffaut: "Fue una artista que se comprometió con el torbellino de la vida con una libertad absoluta".

Moreau fue símbolo de una mujer con valor para asumir su libertad.

En "Les Amants", una película de 1958 de Louis Malle, representa a otra Jeanne, de apellido Tournier, esposa aburrida de un marido acomodado en la ciudad provincial de Dijon que escapa con frecuencia a París para ver a una amiga y encontrarse con un amante, jugador de polo. El marido sospecha y le pide llevar a sus amigos a Dijon, pero en el camino ella conoce a un joven arqueólogo con el que tiene una relación amorosa. La película no aclara si se queda con él.

"Les Amants" generó una enorme polémica. La Iglesia Católica pidió que se prohibiera porque exhibía una relación adúltera placentera y sin castigo.

En Estados Unidos fue denunciada judicialmente como pornográfica por sus imágenes -breves destellos de la espalda y los hombros desnudos de la actriz-, pero el juez determinó que no lo era por lo que pudo ser exhibida en el país.

Quizá el personaje que más se identificó con Moreau fue Catherine, la mujer que mantiene una compleja relación amorosa con su marido, Jules, el mejor amigo de éste, Jim, y otro amante ocasional, Albert. Los tres aceptan compartirla porque no quieren perderla.

Si Catherine hubiera sido hombre, la película no habría levantado una ceja; pero como era mujer provocó escándalo.

Mucho después la actriz declaró: "Cuando muera quiero que escriban en mi tumba que fui amante de Jules y Jim".

Jeanne fue famosa en un momento en que otras mujeres estaban también rompiendo las desiguales barreras morales que se imponían a las mujeres en contraste con los hombres. Brigitte Bardot, Sophia Loren, Anita Ekberg y Marilyn Monroe, entre otras, abrieron camino y eliminaron moralismos.

Pero Moreau, quien no era físicamente tan hermosa como ellas, mostraba una mayor inteligencia y una clara conciencia de la revolución sexual que todas estaban protagonizando.

Moreau estuvo casada en dos ocasiones, dos años cada vez, la segunda con William Friedkin, el realizador de "El exorcista". Fue liberal, aunque selectiva, al escoger a sus amantes. Le gustaban los hombres inteligentes.

Tuvo relaciones con directores que la hicieron famosa, como Louis Malle y François Truffaut, y también con Tony Richardson, aunque éste estaba casado con la actriz Vanessa Redgrave.

Fueron también muy conocidas sus relaciones con el diseñador de ropa Pierre Cardin y el cantante y compositor Georges Moustaki. La lista de sus amantes es, de hecho, larga y llena de notables.

"Yo no tengo memoria, yo no tengo más que recuerdos", decía Moreau, quien también afirmó: "La edad no te protege de los peligros del amor, pero el amor te protege de los peligros de la edad".

Para ella, una mujer tenía tanto derecho a tener amantes como un hombre. A fin de lograr esta libertad tuvo que hacer gala de una gran confianza en sí misma.

Una vez respondió a una pregunta impertinente: "¿El punto en común de todos los hombres que he amado? Yo".
 
CRÍTICAS
 
Nicolás Maduro ha reaccionado con furia a los cuestionamientos internacionales y ha vuelto a encarcelar a Leopoldo López y Antonio Ledezma, los presos políticos más conocidos de Venezuela. Criticar a un régimen autoritario desde fuera parece muy valiente, pero afecta a quienes están dentro.