Vende BonIce en vacaciones para pagarse la ‘Prepa’

Manuel es un joven que ha librado batallas por su salud; sabe ganarse el dinero con que se inscribirá en el bachillerato

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Víctor Manuel  Zúñiga es un héroe de la vida: tras cinco cirugías en sus cuerdas vocales, la dificultad para hablar no le impidió emplearse como "vendedor de BonIce" en vacaciones. 

Manuel  de 16 años de edad,  toma un descanso en la calle después de recorrer todas el Centro de Victoria en la venta de helados.

Acaba de graduarse de la secundaria y aún no sabe si se inscribirá en la preparatoria. Depende del ahorro que logre reunir durante las vacaciones. 

"Me gusta ganarme las cosas con mi trabajo. Trabajo desde que era niño, mi papá siempre me llevaba con él a la obra, él es maistro albañil y yo aprendí también el oficio”, comenta. 

Es el hermano mayor y a su corta edad ha trabajado todas las vacaciones escolares y hasta días de clase.

"No me gusta que mis padres me compren algo y luego si se enojan me lo quiten. Mi papá me quería regalar una moto y yo le dije que mejor me la vendiera porque yo me sentía mejor así. Me gusta comprar lo que necesito en la escuela, la ropa, zapatos, todo". 

Su dificultad para hablar es evidente, aún así es un gran vendedor de BonIce. En dos días ganó 1,800 pesos por comisiones. No le importa caminar o sentir calor. 

"Era más feo trabajar en la obra, ahorita yo tendría trabajo, pero me salí porque se siente muy fuerte el calor en las alturas y vender BonIce es más fácil y sencillo". 

A Manuel le falta una última cirugía para recuperar por completo el timbre de voz. Su sueño es superar por completo la enfermedad ocasionada por el virus del papiloma humano. 

Un ejemplo de que querer es poder
Un ejemplo de que querer es poder
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"Tenía 5 años cuando empezó todo, las cuerdas vocales las tengo flojas. Por medio del gobierno me han apoyado con las otras cirugías. Ahorita estamos en espera que nos hablen del hospital Universitario de Monterrey". 

El sueño más grande de Manuel es hablar perfectamente, seguir estudiando y ganarse la vida como sólo a él le gusta hacerlo: "hacer todo por mí mismo, estoy vivo de milagro y lo voy a aprovechar trabajando duro". 

Por su tenacidad, amor al trabajo y a la vida, Manuel merece esa última operación que haga su voz más hermosa.

"Mi madre trabaja en una maquiladora, tengo dos hermanas, una va a la secundaria y otra en e kínder, no me gusta ser una carga para mis Padres", dijo el chico trabajador. 

A Manuel se le puede encontrar en la calle Hidalgo por las tardes, en el puesto de su amigo, por ahora no tiene un número celular. 

Sin embargo deja el de un amigo, por si alguien lo quiere contactar: 834 143 33 63