El hijo del león Cecil, muerto en una cacería

Dos años después de la muerte de su padre, Xanda sufrió el mismo final en el Parque Nacional
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El 1 de julio de 2015, Walter Palmer, dentista y cazador aficionado, mató en las proximidades del Parque Nacional de Hwange, en Zimbabue, al león Cecil que se ha convertido en uno de los símbolos del país y de la defensa de los animales. Dos años después, uno de sus hijos ha sufrido el mismo destino que su padre y ha muerto durante una cacería.

El león Xanda era una de las esperanzas nacionales de mantener vivo el legado de Cecil en sus descendientes. Con seis años de edad, el animal, que ha podido ser identificado por las autoridades gracias a un chip electrónico que tenía implantado, ha sido cazado en Zimbabue.

leon

El suceso ha tenido lugar en las afueras del Parque Nacional de Hwange en el noroeste del país, cerca de donde murió su padre. Según ha adelantado The Telegraph, ha sido el cazador profesional Richard Cooke, que dirige RC Safaris, quien entregó el collar con el identificador electrónico de Xanda a los investigadores.

 

Walter James Palmer el ciudadano americano que mato al leon Cecil (Twitter / LV)

En declaraciones al medio británico, Andrew Loveridge, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, apunta a que el animal “era monitoreado casi diariamente”. “Sabíamos que Xanda y su manada estaban pasando mucho tiempo fuera del parque en los últimos seis meses, pero podíamos hacer mucho al respecto”, destaca el investigador, que afirma que equiparon con el chip al animal “el octubre pasado”.

Los precios para realizar este tipo de cacerías rondan las 40.000 libras, cerca de 45.000 euros, lo mismo que pagó Palmer para asesinar a Cecil. Por este precio, el responsable de la muerte del animal se lleva a casa no solo el dudoso honor de haber asesinado a un león sino también su cabeza, para que la pueda lucir donde más lo desee.

Estos son algunos de los hijos de Xanda, nietos de Cecil