Indígena mixteco es el mejor sastre del mundo

Sus trajes llegan a costar hasta 650 mil pesos
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Originario de la comunidad mixteca de San Andrés Lagunas, Oaxaca, don Gilberto Ortiz, de 52 años, jamás imaginó pasar de trabajar la tierra, a crear ropa para gente influyente, como empresarios y personalidades del medio del espectáculo, entre quienes se cuenta a la primera actriz María Félix y el cantante Juan Gabriel (q.e.p.d.). 

Hoy es considerado uno de los tres mejores costureros a nivel mundial y sus modelos se llegan a vender ¡hasta en 640 mil pesos la pieza!

Indígena mixteco es el

-¿Por qué saliste de tu pueblo?

“Llegué a La Candelaria (CDMX) a los 12 años, huyendo de mi pueblo, porque mi papá temía que nos pasara algo. Las personas querían linchar al presidente municipal por incumplimiento de un pago, pero se dieron cuenta de que mi padre lo disfrazó de mujer para salvarlo”.

¿Y luego qué ocurrió?

“Me puse a explorar el Centro, así estuve durante tres días; el primero, dormí debajo de un puente con teporochos y comía de la fruta que tiraban en la Merced, al otro día descubrí que en la ciudad había varios talleres de sastrería, pero me corrían por mi aspecto; solamente una persona no lo hizo, el alemán José Schroeder, quien fue uno de los mejores sastres de Alemania, y además, ¡le había confeccionado algunos trajes a Hitler! Nunca me dijo la razón por la que había venido a nuestro país. Resulta que este hombre me vio hipnotizado y me invitó a pasar, me dio trabajo de chalán y me daba para una comida al día y quedarme a dormir en el taller”.

Después de haber trabajado para un par de empresarios de origen italiano y español, puso su primera boutique en San Ángel, y después en la Zona Rosa, a los 25 años.

 Indígena mixteco ahora es el mejor sastre del mundo

-¿A quién más le has trabajado?

“A David Reynoso, Enrique Álvarez Félix, Rodolfo de Anda, Joaquín López-Dóriga y Juan Gabriel”.

-¿Entonces diseñaste algo para Juanga?

“Así es, El Divo de Juárez habló con el director de la empresa de telas Scabal y le pidió recomendaciones de un sastre bueno en México, y le dieron mi nombre. Después fui a verlo a su hotel, pero tampoco quiso que le tomara sus medidas y me mandó uno de sus trajes para tomarlas”.

don Gilberto Ortiz,

¿Qué pasó entonces?

“Me puse a buscar fotos de cómo vestía y me di cuenta de que sus sacos le quedaban grandes, entonces le dije a su mánager que tenía que tomarle sus medidas para que le quedara a la perfección, después de eso le gustó mi trabajo”.

-¿Cómo vives hoy?

“Tengo mi taller en casa, en lo más alto de Ixtapaluca, y vivo con mi esposa, madre y mis tres hijos: Alejandro, que es un artesano que hace bordados que ocupo en algunas prendas, y es sastre; Darío, a quien dentro de poco declararé como uno de los mejores sastres mundiales, y Karina, que es periodista”, señaló.

don Gilberto Ortiz,