El Espagueti renunció hasta a su nombre

Personaje de Victoria, vive de la recolección de basura

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- “Antes yo era como un anillo de oro, ahora soy de fantasía. Porque todo por servir se acaba, ni siquiera tengo un nombre, hace tiempo renuncie a él". 

La decepción se retrata en el rostro de “El Espagueti”, uno de los personajes victorenses que vive de la recolección de basura.

Pero “El Espagueti” no está loco, como muchos piensan. Es un hombre que conoce de política, de leyes y hasta de derechos humanos (irónicamente). 

La apariencia sucia de sus ropas despierta las burlas de los maleducados. 

De las calles de Victoria, a su complexión delgada, debe el apodo “Espagueti". 

-¿Qué siente cuando la gente le grita así, con ese apodo?

"Cierro mis oídos porque la gente aquí es muy maleducada y grosera, viven poniendo apodos, pero no se atreven a darte un trago de agua”, responde. 

“Hasta el agua de las llaves que agarro a veces me han reclamado y me amenazan con la Policía”, agrega. 

Este hombre, que se niega a decir su nombre porque no quiere saber nada de asuntos legales, no tiene hogar y duerme en donde lo agarra la noche.

"Para sobrevivir busco botellas de plástico y aluminio pero también ahí me arriesgo”, platica.

“Me corren de todas partes. Esta carreola es todo lo que poseo, así me dejó el sistema, los políticos, la iglesia y hasta los hombres ricos, todos abusaron de mí". 

El Espagueti pregunta dónde está la justicia, porque hasta Dios se anda olvidando del pueblo.

"Aquí hay mucha gente como yo, sin hogar, sin una esperanza, se van enfermando del cuerpo y del alma y nadie quiere hacer nada”.

Los políticos están en la obligación de ayudar a personas como nosotros. 

Por segunda vez se le pregunta nombre, pero el personaje ya renunció hace tiempo, hasta a sus apellidos. 

Me dicen Espagueti, según porque el aire me mueve de un lado a otro y tampoco me importa porque renuncié a mi nombre y a mi estado, ya no soy de aquí. 

El Espagueti, que debe ser un hombre de más de 40 años de edad, hace un planteamiento a los funcionaros; los hombres del poder. 

Que los que tienen cargos de apoyo social den agua a las personas que vivimos en las calles, ahora que hace mucho calor, y que las personas sean más humanas, que nos den un vaso de agua. 

Al señor de la carreola se le puede encontrar por las calles del Centro y en las plazas principales recolectando basura.

Si lo encuentra en su camino regale un vaso de agua, como muestra de solidaridad.