Otra vez la pesadilla

Se acerca el inicio de un nuevo ciclo escolar y con ello la repetición de esa terrible pesadilla que representa para los padres de familia el pago de cuotas escolares y todos los gastos que implica la compra de útiles, uniformes y otra serie de necesidades, que requieren los hijos para su educación.
Tal vez para muchos este tema de las cuotas escolares resulte poco interesante o quizá aburrido. Habrá hasta quien diga, “ya chole”,  y le dé vuelta la hoja para buscar otro artículo de interés.
Sin embargo, para quienes tenemos hijos y sabemos lo que se complica el cubrir todo ese tipo de erogaciones, nunca será asunto superfluo el insistir en esa exigencia a los Gobiernos para que cumplan con ese derecho Constitucional de la educación gratuita.
Pero, además de ello, hay que insistirle a la autoridad en que deje a un lado su tibieza y complicidad con los directivos de instituciones educativas, quienes en contubernio con las llamadas mesas directivas de padres de familia, se extralimitan con el cobro de las llamadas cuotas escolares, que insisten en llamarles “voluntarias”, cuando en realidad de eso nada tienen.
Imaginemos el dilema y el drama a que se enfrenta un trabajador de una maquiladora, que gana 800 o mil pesos por semana, cuando se llega el momento de inscribir a sus hijos en la escuela. Debe ser estresante y atemorizante.
Hacer un ejercicio de imaginación poniéndose en los zapatos de ese padre de familia, es suficiente justificante para ocupar este espacio en reclamarle al Gobierno que asuma su responsabilidad impidiendo los excesos y abusos con las cuotas “voluntarias”.
“Tengo que reconocer que muchos de mis compañeros maestros se están excediendo con el cobro de cuotas. No puede ser que en un Jardín de Niños o en un Kinder, les estén exigiendo a los padres hasta mil pesos por inscribir a su hijo. Hay que cuidar eso”, decía antier el diputado, Rogelio Arellano Banda, del Panal, el partido de los maestros, en abierto reproche a la imposición de las cuotas escolares.
Y tiene razón el legislador. También la tiene cuando advierte que la principal responsabilidad de que este tema de las cuotas escolares se mantenga es del Gobierno mismo porque se ha limitado a entregar libros a los alumnos y a pagar maestros y personal administrativo, pero le deja toda la responsabilidad a los padres de familia del mantenimiento de los inmuebles, de la compra de mobiliario y hasta del pago de servicios como luz y agua.
“El problema es ese, que el Gobierno se desatiende del mantenimiento de las escuelas cuando legalmente también es su responsabilidad. Entonces, si no asume esa obligación será difícil acabar con esa pesadilla de los cobros para los padres de familia” sentenció Arellano Banda.
Siempre me he preguntado si realmente es tan complicado o costoso para los Gobiernos, y hablo del federal, estatal y municipal, el destinar presupuesto para el mantenimiento de las escuelas. La verdad no lo creo. Creo que lo que ha faltado es voluntad para hacerlo. Ojalá pronto la tengan.

EL RESTO

El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, asistió a la reunión de la Conago celebrada en la ciudad de México,  en la que se realizó un análisis de la llamada Reforma Educativa. El invitado especial de los Gobernadores fue el Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer.
Durante el encuentro se acordó el impulso de nuevos planes de programas de estudio del Programa Nacional de Inglés, la política para mejorar la equidad e inclusión educativa, el Programa de Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales y las estrategias que del mismo Modelo se derivan.
También se acordó observar los principios de legalidad, certeza, imparcialidad, objetividad y transparencia en todos los procesos del Servicio Profesional Docente, en particular en lo que respecta a la asignación de plazas docentes.
“En Tamaulipas le apostamos a la educación porque sabemos lo que significa para el desarrollo de nuestra entidad y para la recuperación del bienestar y la tranquilidad de las y los tamaulipecos”, dijo García Cabeza de Vaca.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
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