El pasado y el presente carcelario

El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, reiteró el pasado viernes, su decisión de poner orden en los reclusorios del Estado.

Seguramente hay escépticos que dudan aún de la voluntad y capacidad de la actual administración estatal para hacer de los reclusorios verdaderos centros de reintegración social.

Es lógico, normal, ese sentir de desconfianza en el discurso oficial. No puede ser de otra forma luego del desastre y el mar de impunidad y corrupción que originaron lustros o décadas de cruzar los brazos y fingir ceguera y sordera.

Pero las evidencias saltan a la vista. Lo hemos venido diciendo y vale la pena insistir en ello: en las acciones gubernamentales para enfrentar y sofocar los brotes de violencia en el reclusorio capitalino,  se percibe, por primera vez, la auténtica decisión de ir con todo para abatir esos vicios y prácticas ilícitas, que se arraigaron durante décadas de inacción y que convirtieron a los reclusorios en auténticas sucursales del infierno.

Y eso, verdaderamente ya es un avance que seguramente la sociedad ha comenzado a percibir. Este fin de semana reciente, fue organizado en el Penal victorense un evento de convivencia e integración familiar, como muestra contundente de que la situación en la cárcel está bajo absoluto control de la autoridad.

De hecho, organizaciones como el Consejo para el Desarrollo Económico y la Competitividad de Tamaulipas y la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), de Tampico, han expresado abiertamente su respaldo a las medidas que ha implementado el Gobierno Cabecista en ese esfuerzo por recuperar el control de los reclusorios.

Miguel Manzur, presidente del Consejo para el Desarrollo Económico y la Competitividad de Tamaulipas, consideró que todo esfuerzo por recuperar la paz y tranquilidad es digno de aplaudirse porque permitirá recuperar la confianza de los inversionistas nacionales e internacionales.

A su vez, Luis del Angel, presidente de la Canaco tampiqueña, avaló la estrategia gubernamental “porque las acciones que se realizan son necesarias para recuperar la paz, que es el mayor anhelo de los tamaulipecos”.

Hagamos votos entonces para que el Gobierno cabecista tenga éxito. Cualquier acción que conlleve la pretensión u objetivo de devolvernos la tranquilidad que perdimos desde hace ocho años, merece el reconocimiento social.

Por lo pronto, reconozcamos que ya hay un antes y un después en la estrategia contra la inseguridad pública. Hay un pasado y un presente que aviva la esperanza ciudadana por recuperar aquellos tiempos en que el miedo ciudadano no existía.

Esperemos que pronto haya resultados.

EL RESTO

Por cierto, bastante dura pero verdadera resulta la crítica de Manuel de los Riego de los Santos, cuando dice que la crisis penitenciaria en Tamaulipas y en el país, tiene su origen en la decisión que se tomó en el pasado de colocar al frente de los reclusorios a personajes que ni conocían la ley, ni tenían vocación y ni les emocionaba su tarea.

“Ellos solo venían a chin… al que se dejara”, señala el que fuera director de los Penales en el Estado durante el periodo 1999-2004.

Sin duda, un razonamiento digno de tomarse en cuenta.

ASÍ ANDAN LAS COSAS

roger_rogelio@hotmail.com