Las razones del General

La renuncia del Secretario de Seguridad Pública del Estado, Arturo Gutiérrez García, sólo vino a confirmar el rumor desatado desde hace más de 15 días. Hacia el interior de la misma dependencia era un secreto a voces que la salida del titular solamente era cuestión de papeleo. Era imposible mantener oculta una situación de ese tipo en un área donde laboran más de mil personas, muchas de ellas inconformes con el trato que recibían.



Vistas de esa forma las cosas, la renuncia del General deja de ser novedosa porque sólo da oficialidad a algo que ya se esperaba. Lo que sí puede y debe ser novedoso será conocer las razones que influyeron en la salida, voluntaria o no, del funcionario.



Porque esa es la interrogante: ¿Cuáles fueron los motivos de la renuncia? Nada se ha dicho al respecto, lo cual obviamente es riesgoso porque alienta otros muchos rumores sobre el manejo financiero que se dieron durante los últimos meses al presupuesto de que dispone la SSP y que es inmenso.



Es necesaria y obligada una explicación porque quien se va no es cualquier funcionario. Es el hombre al que se le tenían encomendadas todas las acciones tendientes a recuperar la seguridad pública.



Es obligada también porque, como le decía, fueron cientos y cientos de millones de pesos los que se ejercieron y se ejercen en esa área, lo cual es necesario transparentar. Se habla de adeudos millonarios con proveedores.



No se trata de ninguna acusación. Es simple y sencillamente que alguien que ejerció un cargo de esa importancia debe clarificar su salida. No está bien que se vaya por la puerta de atrás.



Hace una semana, cuando el rumor de la renuncia estaba en sus máximos niveles, le solicitamos al General una entrevista. Su directora de Comunicación Social fue el enlace: “Déjeme comentarle. Yo le regreso la llamada en unos minutos” fue la respuesta. Obviamente nunca se dio esa contestación.



¿Qué viene? Seguramente con Gutiérrez García tendrán que irse todos los que llegaron con él. Es inminente una restructuración en los principales cargos de mando de la dependencia. La lógica indica que así será.



Esperemos que quienes arriban con el nuevo titular , el también General Jesús Martínez y Martínez, lo hagan con mejores intenciones y más comprometidos con su tarea. Tendrán poco más de un año para demostrar que su designación fue acertada.



Sobra decir que los tamaulipecos esperamos que quienes llegan hagan mejor tarea que los que se van. Al menos esa es la lógica de cualquier cambio.



El curriculum del nuevo Secretario lo dibuja como un militar con una trayectoria importante que incluye una sólida formación académica. Esperemos que eso se refleje en los resultados.



Por lo pronto, entre los cientos de trabajadores de la Secretaría de Seguridad Pública hay optimismo de que recibirán un mejor trato. Confían en que quien llega entienda que el enemigo a vencer está en las calles.



ASÍ ANDAN LAS COSAS



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