Paga a Infonavit su casa y… ¡lo desalojan!
Hermanos Cedillo urden embargo de vivienda de derechohabiente pese a que ya había saldado la deuda; sus padres la compran.
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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Tiene 72 años pero desde hace 8 (2007) es perseguido por el Infonavit, pues cuando se pensionó en 2005 adeudaba 37 mil pesos al Instituto, que luego pagó, pero aún así, como a los padres de un ex funcionario del Infonavit les gustó su casa, terminó por ser despojado hace unos días.
Alberto Puga Guevara es el afectado, quien denunció en esta casa editorial, que el Infonavit lo demandó en 2007 -dos años después de jubilarse- por la cantidad de 37,545 que finalmente terminó pagándoles.
"Hubo una serie de anomalías en todo el proceso, porque me demandaron pero da la casualidad que dos funcionarios del Infonavit de ese entonces, Aldo Fabrizio y José Luis Cedillo, les gustó mi casa y fue el padre de ellos quien la compró y la puso a nombre de la señora Silvia García, la madre de los entonces funcionarios".
Para ese tiempo la casa había sido rematada, pese a que el afectado ya había depositado el monto del adeudo.
La casa fue adquirida por el señor Puga Guevara en 1990, a un precio de 130 mil pesos, y está ubicada en la calle Amazonas, número 124 del Conjunto Habitacional Las Américas.
"La deuda que me reclamaron en el expediente 179/2007 ante el juzgado segundo civil la pagué en 2009", afirmó el señor Puga.
Al apreciar las anomalías del procedimiento, el juez de esa época canceló un desalojo en 2010, y a la vez presentó una queja que terminó con el despido de Aldo Fabrizio Cedillo y otros empleados del Infonavit.
"Pero el señor Cedillo luego entró a trabajar al Poder Judicial y fue cuando empezó a mover el juicio otra vez, porque la casa había sido comprada por su señora madre".
Es el caso que en 2014 lo desalojaron finalmente, pero en 2015 volvió a meterse a su casa, pero recientemente, el 18 de septiembre, finalmente el señor Puga entregó la vivienda porque lo amenazaron de actuar por la vía penal acusándolo de despojo y allanamiento.
"Infonavit ya no quiere saber nada, dice que ya se adjudicó la casa, que ya hay nuevo dueño. Con el Secretario de Acuerdos del juzgado segundo civil me di la tarea de recoger las escrituras que el Notario Lirach tenía en su poder para hacer nuevas escrituras
Ahora tiene que vivir junto a su esposa de 70 años, en casa de la hija de ambos, esperando que se haga justicia.
Alberto Puga Guevara es el afectado, quien denunció en esta casa editorial, que el Infonavit lo demandó en 2007 -dos años después de jubilarse- por la cantidad de 37,545 que finalmente terminó pagándoles.
"Hubo una serie de anomalías en todo el proceso, porque me demandaron pero da la casualidad que dos funcionarios del Infonavit de ese entonces, Aldo Fabrizio y José Luis Cedillo, les gustó mi casa y fue el padre de ellos quien la compró y la puso a nombre de la señora Silvia García, la madre de los entonces funcionarios".
Para ese tiempo la casa había sido rematada, pese a que el afectado ya había depositado el monto del adeudo.
La casa fue adquirida por el señor Puga Guevara en 1990, a un precio de 130 mil pesos, y está ubicada en la calle Amazonas, número 124 del Conjunto Habitacional Las Américas.
"La deuda que me reclamaron en el expediente 179/2007 ante el juzgado segundo civil la pagué en 2009", afirmó el señor Puga.
Al apreciar las anomalías del procedimiento, el juez de esa época canceló un desalojo en 2010, y a la vez presentó una queja que terminó con el despido de Aldo Fabrizio Cedillo y otros empleados del Infonavit.
"Pero el señor Cedillo luego entró a trabajar al Poder Judicial y fue cuando empezó a mover el juicio otra vez, porque la casa había sido comprada por su señora madre".
Es el caso que en 2014 lo desalojaron finalmente, pero en 2015 volvió a meterse a su casa, pero recientemente, el 18 de septiembre, finalmente el señor Puga entregó la vivienda porque lo amenazaron de actuar por la vía penal acusándolo de despojo y allanamiento.
"Infonavit ya no quiere saber nada, dice que ya se adjudicó la casa, que ya hay nuevo dueño. Con el Secretario de Acuerdos del juzgado segundo civil me di la tarea de recoger las escrituras que el Notario Lirach tenía en su poder para hacer nuevas escrituras
Ahora tiene que vivir junto a su esposa de 70 años, en casa de la hija de ambos, esperando que se haga justicia.