Dos tipos de precampañas

Ahora que está en marcha el proceso electoral 2016 y los partidos se encuentran en la primera etapa para la selección de sus candidatos, vale la pena recordar la regla de oro de los asesores políticos: nunca te metas a una precampaña.



La razón es muy sencilla, las precampañas no se ganan en la calle, se ganan en el escritorio. Y por más que se presuma el método de encuestas como mecanismo oficial, quienes viven de la política saben que las encuestas de los partidos sirven para dos cosas: para descartar a las manzanas podridas y para legitimar el dedazo.



Si un candidato es incómodo para la clase política, ponlo en el último lugar de las encuestas. Si hay rechazo al candidato oficial, súmale 20 puntos más que al segundo lugar.



Así de simple.



Por eso, para ganar primero se necesita convencer a la cúpula partidista y después a la militancia.



El tema viene a colación porque en Tamaulipas podemos ver claramente dos clases de candidatos: los que hacen precampaña pensando en la calle y los que hacen precampaña pensando en los escritorios.



Marco Antonio Bernal, Enrique Cárdenas y Alejandro Guevara, son quienes han salido a la calle a manifestar sus intenciones de competir por la gubernatura, mientras que Alejandro Etienne y Baltazar Hinojosa trabajan quedito con los mandos de su partido por la nominación.



Paloma Guillen es la excepción a la regla, porque más que campaña lo suyo es un acto de presencia. Ella es el plan emergente si se vuelve un tema de equidad de género, pero su ambición es la senaduría.



En el caso del PAN la cosa es similar, CantúRosas sale de gira estatal cada quince días mientras que Cabeza de Vaca hace proselitismo desde el Distrito Federal.



Los aspirantes que hacen campaña anticipada buscan cubrir sus deficiencias con lo que llaman “apoyo social”, su último recurso como suerte de desempate.



Algo que resulta poco efectivo cuando la competencia es entre más de dos, como en el caso del PRI.



Así que los acelerados podrán hacer todo el ruido que quieran en la calle, pero si no tienen el respaldo de su partido, de nada les servirán los pesos gastados, a menos que estén pensando en una candidatura independiente como el alcalde de Nuevo Laredo, quien está decidido en aparecer en la boleta del 2016, con partido o sin el.



En octubre seguirán los round de sombra, porque será hasta noviembre y diciembre la hora de las definiciones.



Pues eso.





Es bueno saberlo: 1) El ‘rectorsito’ David Vallejo sigue haciendo de la suyas en la máxima casa de estudios. Ahora el Secretario de Extensión y Vinculación trató de agredir a golpes al C.P. Eduardo Mendoza, Secretario Técnico, padre del Secretario de Finanzas de la Institución y hombre de todas las confianzas del Rector Enrique Etienne. La discusión por supuesto, fue un tema de recursos. De ese tamaño es la locura y prepotencia de Vallejo, un jovencito que apenas el sexenio pasado transcribía boletines en el área de comunicación social de gobierno.



2) Vea usted lo que ocurrió en Reynosa, y  es que después de realizarse el Cabildo Infantil, donde niños de diferentes edades pero con alto grado académico se convierten en el gobierno municipal por un día, el alcalde Pepe Elías Leal les tomó la palabra a las propuestas de los maduros infantes y dotaron de material didáctico e instalaciones a distintas escuelas de la localidad, todo esto gracias a los pequeñines, quienes pusieron la muestra y no desperdiciaron su día en el cabildo.



3) Y hablando de jóvenes, en Tampico el ayuntamiento y la Secretaría de Educación firmaron un convenio para que estudiantes de preparatoria presten su servicio social como agentes viales. Su trabajo se limitará a las principales avenidas.