Redes de doble filo
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Las redes sociales son un arma de doble filo. Bien utilizadas pueden ser un invaluable medio para que las personas estemos enteradas al momento de lo que sucede en nuestro entorno y en cualquier sitio del planeta, pero mal usadas son un verdadero peligro tanto en lo individual como en lo colectivo.
Si centramos el análisis en lo local, por ejemplo, recurrimos a la red para alertarnos sobre cualquier situación de riesgo: “evite transitar por la avenida fulanita…” o “peligro en la calle sutanita”, leemos con frecuencia. De esa manera nos protegemos unos a otros.
Son abundantes las formas en que las redes sociales pueden dejar un beneficio social.
Sin embargo, también tienen un lado muy peligroso cuando se difunde en ellas información falsa o medio verdadera que, por el alcance de lectores que tiene, es capaz de generar una situación de psicosis en minutos.
Por eso es entendible y justificable el enojo del Procurador General de Justicia del Estado (PGJE), Ismael Quintanilla Acosta, cuando se queja del daño social que ocasiona la rumorología y la información falsa que se difunde en las redes sociales.
El Procurador se refirió en concreto a la información falsa que generó una reciente riña en el Penal victorense con la cual los cibernautas hicieron correr la versión de reos muertos y fugados cuando en realidad solamente hubo heridos.
Pero ese es sólo un ejemplo porque los hay en abundancia. Como no existe control sobre el uso de las redes, cada quien escribe o publica lo que quiere con las consecuencias que ello genera.
De esa forma, si a alguien le llega una información la da por cierta y la comparte sin asegurarse previamente de su veracidad. En cuestión de segundos o minutos esa mentira o verdad a medias es vista por miles o millones de personas, muchas de las cuales se la creen, originándose así una especie de psicosis social.
¿Hay remedio? Creo que llegará el momento en que el mismo Gobierno encontrará la forma de regular el uso del internet. Seguramente creará mecanismos para sancionar cualquier uso irresponsable de la red.
Pero mientras tanto queda en cada quien, en usted y en mí, asumir por decisión propia esa obligación de responsabilidad en el uso de esa herramienta cibernauta.
Debemos aprender no solamente el uso responsable de las redes sociales, sino también a identificar cuando algo que leemos en ellas es realmente cierta o en realidad se trata de una mentira.
¿Sale?
EL RESTO
ESTE SÁBADO formalizó su registro como precandidato a la alcaldía de Nuevo Laredo, Óscar Enrique Rivas Cuéllar.
Sin duda, el PAN tiene en el diputado con licencia a su mejor carta para prolongarse como gobierno en ese el municipio fronterizo más importante del país y de América Latina.
Si quienes también aspiran a la candidatura blanquiazul logran el consenso seguramente le quitarán al PRI toda posibilidad de recuperar ese municipio.
ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com
Si centramos el análisis en lo local, por ejemplo, recurrimos a la red para alertarnos sobre cualquier situación de riesgo: “evite transitar por la avenida fulanita…” o “peligro en la calle sutanita”, leemos con frecuencia. De esa manera nos protegemos unos a otros.
Son abundantes las formas en que las redes sociales pueden dejar un beneficio social.
Sin embargo, también tienen un lado muy peligroso cuando se difunde en ellas información falsa o medio verdadera que, por el alcance de lectores que tiene, es capaz de generar una situación de psicosis en minutos.
Por eso es entendible y justificable el enojo del Procurador General de Justicia del Estado (PGJE), Ismael Quintanilla Acosta, cuando se queja del daño social que ocasiona la rumorología y la información falsa que se difunde en las redes sociales.
El Procurador se refirió en concreto a la información falsa que generó una reciente riña en el Penal victorense con la cual los cibernautas hicieron correr la versión de reos muertos y fugados cuando en realidad solamente hubo heridos.
Pero ese es sólo un ejemplo porque los hay en abundancia. Como no existe control sobre el uso de las redes, cada quien escribe o publica lo que quiere con las consecuencias que ello genera.
De esa forma, si a alguien le llega una información la da por cierta y la comparte sin asegurarse previamente de su veracidad. En cuestión de segundos o minutos esa mentira o verdad a medias es vista por miles o millones de personas, muchas de las cuales se la creen, originándose así una especie de psicosis social.
¿Hay remedio? Creo que llegará el momento en que el mismo Gobierno encontrará la forma de regular el uso del internet. Seguramente creará mecanismos para sancionar cualquier uso irresponsable de la red.
Pero mientras tanto queda en cada quien, en usted y en mí, asumir por decisión propia esa obligación de responsabilidad en el uso de esa herramienta cibernauta.
Debemos aprender no solamente el uso responsable de las redes sociales, sino también a identificar cuando algo que leemos en ellas es realmente cierta o en realidad se trata de una mentira.
¿Sale?
EL RESTO
ESTE SÁBADO formalizó su registro como precandidato a la alcaldía de Nuevo Laredo, Óscar Enrique Rivas Cuéllar.
Sin duda, el PAN tiene en el diputado con licencia a su mejor carta para prolongarse como gobierno en ese el municipio fronterizo más importante del país y de América Latina.
Si quienes también aspiran a la candidatura blanquiazul logran el consenso seguramente le quitarán al PRI toda posibilidad de recuperar ese municipio.
ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com