No ha sido uno sino 17 los amparos que ha promovido el ex gobernador prófugo Eugenio Hernández ante distintas instancias de la justicia, con el fin de evitar su detención y extradición a los Estados Unidos.
Esta cifra demuestra el grado de desesperación que sufre Eugenio quien sabe que en cualquier momento las autoridades pueden tocar a su puerta para entregarlo a los tribunales del vecino país.
Así que ante lo inminente, Eugenio ha decidido que como estrategia legal promoverá cuantos amparos sean necesarios para conocer si las autoridades federales o de Tamaulipas giran una orden en su contra, y así tener tiempo para preparar las maletas para su huida.
Y es que para los priistas es claro que Peña Nieto está limpiando la casa de cara a las elecciones del 4 de junio en el Estado de México. Lo que no saben es si el presidente seguirá con su estrategia anticorrupción para la sucesión presidencial de 2018.
Pero mientras EPN se decide, ya con Tomás Yarrington y Javier Duarte tras las rejas, los ex mandatarios de Chihuahua, Quintana Roo y el propio Hernández Flores, han desaparecido de la vida pública y se encuentran escondidos lejos de los brazos de la justicia.
Cesar Duarte ha sido visto en la ciudad texana de El Paso. Roberto Borge se esconde en su yate en el caribe, y Eugenio viaja constantemente entre la Ciudad de México y Cancún al no poder salir del país por la alerta que tiene Estados Unidos ante la Interpol.
Además de su estrategia legal, el ex gobernador también ha lanzado una campaña mediática de desinformación, promoviendo noticias falsas para alterar el ambiente político en Tamaulipas, así como para limpiar su imagen y hacer olvidar su pasado criminal.
El problema para Eugenio es que todo Tamaulipas sabe la clase de delincuente que es. Y ahí está el enriquecimiento ilícito de su familia como prueba.
Basta ver los millonarios desarrollos inmobiliarios que promueve en ciudades como Monterrey, San Miguel de Allende, León, Cancún y Playa del Carmen.
Y mucho ojo con el proceso en contra del ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, quien vaya coincidencia arropó a los geñistas que abandonaron Tamaulipas después de saquearlo.
Basta recordar al infame Alejandro Jimenez Riestra, Secretario de Administración en el sexenio de Eugenio, y quien se hizo cargo de los negocios inmobiliarios de su jefe en el sur del país, gracias a la amistad de su esposa Laura García con Adriana González.
Alejandro Jimenez Riestra fue el enlace de Eugenio con Roberto Borge. Incluso llegó a aparecer en la nómina oficial de aquel estado como Asesor del Gobernador.
Y sabe usted cuáles son los principales delitos de los que se le acusa a Borge; el despojo y remate de predios estatales, así como el uso de prestanombres para adquirir terrenos oficiales. Es decir, el modus operandi de la pandilla geñista.
Por eso no es extraño que Adriana ande vendiendo condominios en Playa del Carmen con valor de más de 5 millones de pesos por departamento.
Como ve, los tentáculos de corrupción de Eugenio Hernández llegaron a muchas campañas políticas, no solo a la presidencial.
Y es que Eugenio Hernández fue quien presentó a ‘El Dragón’ con el resto de los ex gobernadores involucrados en el blanqueo de dinero en los Estados Unidos, en donde hoy son investigados y perseguidos.
Por eso Eugenio sabe que su detención es inminente, pero si le dan a escoger, prefiere ser atrapado como su antecesor Tomás Yarrington, que como Javier Duarte, quien apenas tuvo seis meses de libertad antes de ser fichado tras las rejas.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) La crisis por falta de agua que enfrenta Victoria es la peor de su historia, y mientras sus ciudadanos se mueren de sed el alcalde Oscar Almaraz destina 300 millones de pesos para obra pública. Dinero que ira a parar a los bolsillos de sus amigos, como ocurrió con los camiones de basura y las patrullas de tránsito.
Esta cifra demuestra el grado de desesperación que sufre Eugenio quien sabe que en cualquier momento las autoridades pueden tocar a su puerta para entregarlo a los tribunales del vecino país.
Así que ante lo inminente, Eugenio ha decidido que como estrategia legal promoverá cuantos amparos sean necesarios para conocer si las autoridades federales o de Tamaulipas giran una orden en su contra, y así tener tiempo para preparar las maletas para su huida.
Y es que para los priistas es claro que Peña Nieto está limpiando la casa de cara a las elecciones del 4 de junio en el Estado de México. Lo que no saben es si el presidente seguirá con su estrategia anticorrupción para la sucesión presidencial de 2018.
Pero mientras EPN se decide, ya con Tomás Yarrington y Javier Duarte tras las rejas, los ex mandatarios de Chihuahua, Quintana Roo y el propio Hernández Flores, han desaparecido de la vida pública y se encuentran escondidos lejos de los brazos de la justicia.
Cesar Duarte ha sido visto en la ciudad texana de El Paso. Roberto Borge se esconde en su yate en el caribe, y Eugenio viaja constantemente entre la Ciudad de México y Cancún al no poder salir del país por la alerta que tiene Estados Unidos ante la Interpol.
Además de su estrategia legal, el ex gobernador también ha lanzado una campaña mediática de desinformación, promoviendo noticias falsas para alterar el ambiente político en Tamaulipas, así como para limpiar su imagen y hacer olvidar su pasado criminal.
El problema para Eugenio es que todo Tamaulipas sabe la clase de delincuente que es. Y ahí está el enriquecimiento ilícito de su familia como prueba.
Basta ver los millonarios desarrollos inmobiliarios que promueve en ciudades como Monterrey, San Miguel de Allende, León, Cancún y Playa del Carmen.
Y mucho ojo con el proceso en contra del ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, quien vaya coincidencia arropó a los geñistas que abandonaron Tamaulipas después de saquearlo.
Basta recordar al infame Alejandro Jimenez Riestra, Secretario de Administración en el sexenio de Eugenio, y quien se hizo cargo de los negocios inmobiliarios de su jefe en el sur del país, gracias a la amistad de su esposa Laura García con Adriana González.
Alejandro Jimenez Riestra fue el enlace de Eugenio con Roberto Borge. Incluso llegó a aparecer en la nómina oficial de aquel estado como Asesor del Gobernador.
Y sabe usted cuáles son los principales delitos de los que se le acusa a Borge; el despojo y remate de predios estatales, así como el uso de prestanombres para adquirir terrenos oficiales. Es decir, el modus operandi de la pandilla geñista.
Por eso no es extraño que Adriana ande vendiendo condominios en Playa del Carmen con valor de más de 5 millones de pesos por departamento.
Como ve, los tentáculos de corrupción de Eugenio Hernández llegaron a muchas campañas políticas, no solo a la presidencial.
Y es que Eugenio Hernández fue quien presentó a ‘El Dragón’ con el resto de los ex gobernadores involucrados en el blanqueo de dinero en los Estados Unidos, en donde hoy son investigados y perseguidos.
Por eso Eugenio sabe que su detención es inminente, pero si le dan a escoger, prefiere ser atrapado como su antecesor Tomás Yarrington, que como Javier Duarte, quien apenas tuvo seis meses de libertad antes de ser fichado tras las rejas.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) La crisis por falta de agua que enfrenta Victoria es la peor de su historia, y mientras sus ciudadanos se mueren de sed el alcalde Oscar Almaraz destina 300 millones de pesos para obra pública. Dinero que ira a parar a los bolsillos de sus amigos, como ocurrió con los camiones de basura y las patrullas de tránsito.