De nada ha servido

En el discurso de casi todos los candidatos a la gubernatura del estado ha estado presente la promesa de crear una nueva Policía. Cada quien a su manera, pero el ofrecimiento lo sustentan en un argumento coincidente: Tamaulipas requiere una policía mejor preparada y confiable.



Incluso, hay algunos candidatos como Baltazar Hinojosa Ochoa, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y Jorge Valdez Vargas, que han ofrecido revivir aquella famosa Policía Preventiva que operaba en cada uno de los 43 municipios, y que era la encargada de encarcelar a los infractores del Bando de Policía y Buen Gobierno, y de mantener a raya a los delincuentes menores, (los mayores son los narcos, secuestradores, extorsionadores y todo lo que huela a crimen organizado).



Pues bien, escuchando esa oferta de quienes aspiran a gobernarnos a partir del uno de octubre próximo, dos preguntan me asaltan de repente: ¿Entonces, no sirvió de nada gastar, durante los últimos años, miles y miles de millones de pesos  en la depuración, capacitación y certificación de las policías?, ¿Tampoco fue útil haber mandado a la calle a cerca de cuatro mil policías, bajo pretextos diversos como el de que eran viejos, no reunían el perfil del nuevo prototipo policial, o simplemente que no eran confiables?



La respuesta de un “no” parece estar inmersa en la propuesta de los candidatos a la gubernatura. Cuando hablan de crear una nueva policía, mejor preparada y confiable, están diciendo tácitamente que la actual policía ni está preparada ni es confiable.



Y en lo personal, creo que tienen razón. Coincido con ellos. De nada ha servido gastar carretadas de dinero, primero en crear la infraestructura y contratar el recurso humano para evaluar y certificar a las policías, y segundo en echar al desempleo a miles de elementos que, aunque viejos, eran, por su experiencia, el cimiento de corporaciones como la Policía Ministerial.



¿Por qué no ha servido de nada? Porque Tamaulipas sigue careciendo de una fuerza policial confiable y eficiente. Las evidencias están a la vista: estamos convertidos en una de las entidades del país con mayor inseguridad pública, traducida ésta no solamente en delitos de los llamados de alto impacto sino también en ilícitos menores.



Pero déjeme y le aclaro una cosa: tampoco debemos esperanzarnos mucho con la oferta de los candidatos, porque nada garantiza el hecho de que nos digan que van a crear una Policía mejor preparada y más confiable, incluso “certificada en Estados Unidos”, tal cual ha venido repitiendo Cabeza de Vaca, como si ese hecho fuera la varita mágica para construir una policía de excelencia.



En realidad, creo que el fracaso en la conformación de una policía que reúna eficiencia y confiabilidad, radica en un solo factor: falta de voluntad política de los Gobiernos para hacer bien las cosas, con una estrategia bien diseñada y que , sobre todo, sea encomendada a gente confiable.



Porque luego resulta, como se ha hecho en los últimos años, que se inyectan millonadas de pesos a esa tarea, pero en el camino es dinero que termina en las cuentas bancarias de funcionarios transas, que aprovechan para hacer negocio con la seguridad pública,  y que de lo último que se preocupan es de que realmente se logren los fines para los que se destinaron esos recursos.



Ahí está el problema y ahí estará si el próximo Gobernador no toma en sus manos, directamente, la estrategia para recomponer las fuerzas policiales.



ASÍ ANDAN LAS COSAS



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