Recicla mercancía para sobrevivir

Armando Cedillo salió del mercado Argüelles a luchar; en verano vende coronas del día de muertos. También les quita el moño y las flores, y hace ramos para graduaciones. Pone imaginación a su trabajo para ganar dinero  
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Cansado de la crisis que se vivía en el mercado Argüelles, Armando Cedillo Rojas bajó hace 12 años las cortinas de sus locales y a partir de ahí la lucha por sobrevivir en las calles de la ciudad como vendedor ambulante ha sido intensa.



Hijo de María del Socorro Rojas Martínez, conocida comerciante que inició a trabajar los locales 29 y 30, hoy convertidos en bodega, Armando creció entre la gente del Mercado y fue testigo de los años de bonanza.



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"Ahí crecimos mi hermano y yo con mi mamá que vendía artículos de temporada en la segunda planta, venían los gringos y compraban mucho, se instalaban en el trailer park que ahora está abandonado, fue una época muy bonita".



El puesto ambulante de Armando ubicado en el 7 Hidalgo llama la atención porque tiene en exhibición coronas para el día de difuntos y trajes de manta para el día de la virgen de Guadalupe, fechas que ya pasaron, a lo que contesta:



"Es lo que quedó de las pasadas temporadas. Estoy reciclando el material, a esas coronas les quito el moño, las flores y hago un ramo para graduación, la situación es mala no hay para comprar materiales".



Sin embargo, en días pasados vendió algunos trajes de manta que necesitan alumnos de las escuelas para los bailables de fin de cursos.



"Y ayer un señor me compró una Corona, les puse un letrero de feliz día del Padre. Hay que reinventar todos los días para poder sobrevivir, a lo mejor hay alguien que apenas irá a visitar a su papá al cementerio".



Por si las dudas, Armando sacó a vender las mochilas para la escuela, en caso que los padres de familia quieran adelantar compras.



"Yo estudié la carrera de Relaciones Públicas. Pero como tenía mi negocio en el Mercado me la pasaba ahí trabajando y asistía poco a la escuela, no supe ni como me gradué como licenciado. Ahora es cuando uno se arrepiente de no dedicarle a las clases lo que merecen porque ahora tendría otro oficio".



Ante el aumento a diario del ambulantaje en el primer cuadro de la ciudad, Armando dice:



"Si el gobierno no te ayuda, al menos que te dé oportunidad de vender en la calle. Los comerciantes con eso estamos contentos, si nos quitan para remodelar después van a venir otros. El ambulantaje es un vicio que difícilmente se erradicará , hay que sacar para la papa".



Los arreglos para graduación con material reciclado tienen un costo de 120 pesos.



"Mañana nos vamos mi esposa y yo a vender afuera del Cbtis 119, así son las ventas ahora, hay que estar en los lugares buscando los clientes. En el mercado nadie visita la segunda planta, los que aún les va bien son los de la primera, donde quedaron muchas yerberías, que siguen siendo un buen negocio".



Armando no sabe si regresará un día al Mercado Argüelles y abrirá sus locales:



"Eso quién sabe, toda la vida se anda incendiando y ahora casi se está cayendo. Por lo pronto mis locales sólo sirven para guardar mercancías, todo está solo, todos se salieron a vender afuera, a hacerle la lucha", dice.