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Las personas transgénero ya no deben ser consideradas como enfermos mentales. Así lo concluyeron investigadores mexicanos que aportaron la primera evidencia científica para poder eliminar la identidad transgénero del capítulo de trastornos mentales dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al difundir los resultados del primer estudio que apoya la eliminación de la condición de la lista de trastornos mentales de la OMS, a la que se apega nuestro país, los expertos plantearon que la angustia y el deterioro funcional que padecen las personas de este grupo se asocia con experiencias de rechazo social y de violencia, más que por la identidad transgénero en sí misma.
La investigación se basó en entrevistas a 250 personas transgénero, de entre 18 y 65 años, que reportaron que la edad promedio en la que se dieron cuenta de su identidad fue a los 5.6 años.
“Poco más de tres cuartas partes de las personas transgénero reportaron haber sufrido rechazo social en algún momento durante su adolescencia, lo que llama mucho la atención es que el principal rechazo que sufrieron estas personas fue por parte de sus familiares, 84% de ellos fue discriminado por su familia”, detalló Ana Fresán, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Los resultados de la investigación dirigida por el Instituto, publicados esta semana en la revista The Lancet Psychiatry, dejan ver que 83% de los entrevistados reportó algún tipo de distrés, principalmente síntomas de depresión, mientras que se encontró en prácticamente 100% algún tipo de deterioro en las áreas familiar, social y escolar.
Así, el estudio, que está siendo replicado en Brasil, Francia, India, Líbano y Su-dáfrica, respalda los cambios que un grupo de trabajo de la OMS ha recomendado para que la identidad transgénero ya no sea clasificada como trastorno mental en la CIE-11 y, en cambio, se coloque en un nuevo capítulo que asegure que las personas transgénero reciban la atención médica y sicológica que requieren.
“Es problemático que se asuma a las identidades trans como patologías; pensar la identidad como una enfermedad nos obliga a buscar una cura y, en lugar de eso, los esfuerzos institucionales deben de concentrarse en reconocer la diversidad, promover la inclusión y garantizar los derechos”, consideró Alexandra Haas, titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Conclusiones
De acuerdo con la investigación dirigida por el Instituto Nacional de Psiquiatría, 63% de las 250 personas transgénero entrevistadas dijo haber sido objeto de violencia en algún momento durante su infancia y su adolescencia.
De ellos, 95% dijo haber sufrido violencia sicológica.
En tanto, casi 30% confesó haber sido objeto de violencia sexual.
Al difundir los resultados del primer estudio que apoya la eliminación de la condición de la lista de trastornos mentales de la OMS, a la que se apega nuestro país, los expertos plantearon que la angustia y el deterioro funcional que padecen las personas de este grupo se asocia con experiencias de rechazo social y de violencia, más que por la identidad transgénero en sí misma.
La investigación se basó en entrevistas a 250 personas transgénero, de entre 18 y 65 años, que reportaron que la edad promedio en la que se dieron cuenta de su identidad fue a los 5.6 años.
“Poco más de tres cuartas partes de las personas transgénero reportaron haber sufrido rechazo social en algún momento durante su adolescencia, lo que llama mucho la atención es que el principal rechazo que sufrieron estas personas fue por parte de sus familiares, 84% de ellos fue discriminado por su familia”, detalló Ana Fresán, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Los resultados de la investigación dirigida por el Instituto, publicados esta semana en la revista The Lancet Psychiatry, dejan ver que 83% de los entrevistados reportó algún tipo de distrés, principalmente síntomas de depresión, mientras que se encontró en prácticamente 100% algún tipo de deterioro en las áreas familiar, social y escolar.
Así, el estudio, que está siendo replicado en Brasil, Francia, India, Líbano y Su-dáfrica, respalda los cambios que un grupo de trabajo de la OMS ha recomendado para que la identidad transgénero ya no sea clasificada como trastorno mental en la CIE-11 y, en cambio, se coloque en un nuevo capítulo que asegure que las personas transgénero reciban la atención médica y sicológica que requieren.
“Es problemático que se asuma a las identidades trans como patologías; pensar la identidad como una enfermedad nos obliga a buscar una cura y, en lugar de eso, los esfuerzos institucionales deben de concentrarse en reconocer la diversidad, promover la inclusión y garantizar los derechos”, consideró Alexandra Haas, titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Conclusiones
De acuerdo con la investigación dirigida por el Instituto Nacional de Psiquiatría, 63% de las 250 personas transgénero entrevistadas dijo haber sido objeto de violencia en algún momento durante su infancia y su adolescencia.
De ellos, 95% dijo haber sufrido violencia sicológica.
En tanto, casi 30% confesó haber sido objeto de violencia sexual.