Sufrimiento y pobreza acompañan a Dolores

Una úlcera varicosa le impide realizar cualquier trabajo. Su marido también está imposibilitado, por problemas de columna. Pide ayuda para librar la enfermedad.
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- María Dolores Guerra Quilantán ya no sabe qué hacer para aliviar el sufrimiento y pobreza que la acompaña a ella y su marido desde hace cinco años.



Una úlcera varicosa en su pierna derecha le impide realizar cualquier trabajo para sostenerse. El dolor no la deja en paz y la despierta en las madrugadas, los medicamentos que le proporciona el seguro popular no funcionaron, tampoco las visitas al hospital.



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Con dificultad María Dolores sale de su humilde vivienda con puerta de lámina y ventanas de cartón.  Un montón de leña descansa en el patio, porque hace días que no pueden comprar el tanque de gas.



En el rostro de la mujer de 45 años habita el dolor y la pena por tener la úlcera varicosa, no puede salir a la calle como antes, por ser beneficiará del programa Prospera tiene que acudir a reuniones:



“Cuando la gente me ve en la calle con mi pierna hinchada y esta herida que desde hace cinco años no quiere sanar, siento mucha vergüenza. Algunas personas me miran con asco, ya no quiero estar así, le pido a Dios que alguien me ayude a salir de esta situación”, clama la mujer.



María Dolores recuerda que cuando tenía salud, desde los 14 años se empleaba como doméstica. Ahora tiene miedo de acudir al hospital porque la última vez, ( mes de septiembre) le hicieron una curación muy dolorosa que se le infectó.



"Me rasparon la úlcera y después se me infectó e hinchó más. Ahorita no aguanto el dolor, por necesidad he salido a trabajar sin éxito, he regresado a casa porque no puedo hacer los quehaceres".



El sueño de María Dolores es que le apoyen para acudir a una consulta con unos médicos que se encuentran frente al Hospital General.



"Son dos inyecciones que ponen ellos de 800 pesos cada una. A la mamá de una conocida le van a curar la úlcera de esa manera y a mí me gustaría ir ahí, pero no tengo recursos".



El esposo de María Dolores no puede ayudarla debido a que está lastimado de los discos de la columna, debido a las cajas pesadas que cargaba cuando trabajaba en el mercado Argüelles en un puesto de chiles y especias (de la familia Gallegos), trabajo donde se mantuvo durante 20 años.



“Tenía seguro social porque yo me alivié ahí de mi único hijo hace 27 años, pero por alguna razón no pudo arreglar una pensión".



María Dolores dice que sus únicas pertenencias valiosas es la humilde vivienda y la bicicleta de su marido, donde sale a buscar trabajo como ayudante de albañil.



“Pero no encuentra nada. El apoyo de Prospera sirve para pagar los recibos y se nos dificulta comprar alimentos".



El único hijo del matrimonio ya formó una familia, pero cuando pide los apoya un poco, pero la situación es crítica y "él tampoco alcanza".



Para aliviar los terribles dolores de espalda el esposo de Dolores toma algunas pastillas que proporciona el seguro popular pero que sólo sirven como paliativo.



La vivienda de la humilde familia se ubica en la manzana 19 lote 16, calle Arroyuelos con Gorrionciollos, número 2221, de la colonia Linda Vista,más allá de la secundaria 90.