Empieza la cacería

La renuncia de Miguel Ángel Salman como Auditor Superior del Estado debe dejar muy claras las intenciones del gobierno estatal.



Que no son otras que las de castigar a los ex funcionarios que abusaron de su poder y se enriquecieron con el dinero de los tamaulipecos.



Así que la labor que le espera al próximo Auditor será de proporciones titánicas, y no por falta de pruebas, si no por los numerosos casos donde el poder y las influencias se usaron para el enriquecimiento personal de quienes debían servir al pueblo.



Tomás Yarrington es buscado por Estados Unidos y la propia PGR, quien ofrece $15 millones a quien ayude a su localización, pero ningún proceso se le sigue dentro de territorio tamaulipeco.



Eugenio Hernández es considerado también prófugo ante la justicia americana, quien cuenta con declaraciones de un gran número de prestanombres y operadores quienes han detallado los mecanismos con los que el ex mandatario logró saquear a Tamaulipas.



Y aunque los gringos lo tienen prácticamente con un pie en la cárcel, hasta ahora las autoridades federales lo han protegido y le han permitido que se mueva con plena libertad en todo el país.



De ahí la importancia que representa el relevo en la Auditoría Superior, pues el hasta ahora elefante blanco será la pieza que ponga en marcha la restitución de la dignidad y credibilidad de las instituciones tamaulipecas, que prácticamente fueron desmanteladas en los anteriores gobiernos para dar paso al saqueo y la impunidad de sus gobernantes.



Por eso, quien ocupe este cargo deberá de ser una persona de entera confianza del ejecutivo estatal, y que además cuente con la experiencia legal para sacar adelante los entramados proceso judiciales que seguirán a las investigaciones.



El Congreso del Estado ya inició la evaluación de perfiles de aquellos que pudieran ocupar el cargo, destacando la figura de Jorge Espino Ascanio, un hombre que acompaña a Cabeza de Vaca desde la alcaldía de Reynosa y que además está fogueado en las grandes ligas de la política en la que ya ocupó cargos federales.



La llegada de Espino a la Auditoría Superior del Estado no solo sería un duro mensaje para los delincuentes políticos como Tomás Yarrington o Eugenio Hernández, si no para toda su camarilla de cómplices, prestanombres, operadores y familiares que junto con ellos se convirtieron en multimillonarios de la noche a la mañana.



Pero lo cierto es que la cacería de corruptos se parecerá más a un exterminio de cucarachas o roedores, animales que buscan el cobijo de las sombras y los rincones para esconderse, deseando pasar desapercibidos.

El único problema con dicha estrategia es que tarde o temprano tendrán que salir de su agujero.



Pues eso.



Es bueno saberlo: 1) Matamoros se prepara para celebrar el 191 aniversario de su fundación, y para ello ha intensificado la promoción turística en el Valle de Texas y estados vecinos, para aprovechar la llegada de los ‘winter texas’ y detonar la economía del puerto fronterizo.



2) Quienes están feliz con el gasolinazo no solo son las autoridades de Hacienda, si no también los ex gobernadores prófugos de la justicia, que con la revuelta social en contra de Peña Nieto han logrado poner distancia con los reflectores mediáticos y judiciales.



Seguramente con la detención de Duarte, Borge o Yarrington, Peña Nieto daría un respiro a su maltratada imagen, pero entendemos que lo complicado no es precisamente la localización de los prófugos, si no la negociación de los términos para su entrega.



3) El próximo viernes Estados Unidos tendrá nuevo presidente, uno que odia a México y se refiere a los mexicanos como delincuentes y violadores.



Esta nueva dinámica binacional sin duda traerá grandes consecuencias económicas y sociales para Tamaulipas, por lo que no se deben perder de vista las decisiones que tome el hombre más poderoso del mundo, porque hoy más que nunca nos afectarán a todos.