Más allá de todos los problemas económicos, sociales, políticos y de seguridad que enfrentamos diariamente en México, no podemos darnos el lujo de ignorar lo que está pasando en los Estados Unidos.
Ni como mexicanos, pero especialmente como tamaulipecos.
La razón: todo lo que ocurre de aquel lado del río termina repercutiendo en gran medida en nuestro país y en nuestro estado.
Escoja el tema; migración, impuestos, aborto, control de armas, consumo de drogas, protección al medio ambiente, tecnología, manufactura, comercio, religión.
Porque no hay que perder de vista que la relación bilateral es mucho más que la construcción de un muro.
Muro que por cierto ya existe. Y aquí vale la pena el paréntesis.
Del total de la frontera entre México y Estados Unidos 63% es río, y el 32% de tierra ya cuenta con barreras.
Así que el famoso muro de Trump será apenas en el restante 5% del territorio que todavía no cuenta con algún obstáculo para el libre tránsito entre las dos naciones.
Tránsito que por cierto ya no es de mexicanos, si no de centroamericanos.
Así que el muro es simplemente una retórica populista que no hace ni sentido económico ni de eficacia.
Por eso el tema le propinó su primer revés internacional a Trump, quien tras la cancelación del viaje de Peña Nieto a la Casa Blanca, acordó con EPN no hablar más del muro públicamente.
Así que más allá de la barrera, lo cierto es que este nuevo gobierno en los Estados Unidos representa un reto para México y por extensión para Tamaulipas.
Un reto que plantea un reposicionamiento en la relación entre ambos países.
No se trata de agachar la cabeza y permitir la humillación, pero tampoco se trata de envolverse en la bandera (o publicarla en el perfil del face) y condenar al vecino como al ejército invasor.
Se trata de llegar a un punto medio en donde México y los Estados Unidos ganen. En donde Tamaulipas yTexas ganen.
Cuando el Secretario de Hacienda y de Economía se encontraban en la Casa Blanca, y Trump amagó con suspender la reunión si México no estaba dispuesto a pagar el muro, el gobierno de nuestro país canceló el resto de las reuniones bilaterales, sin embargo los funcionarios mexicanos permanecieron en los Estados Unidos.
Cuando se le preguntó a Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía, porque no regresó a México tras el insulto, el funcionario respondió que en su agenda todavía tenía una serie de reuniones con grupos y empresas americanas que están muy interesadas en que el Tratado de Libre Comercio no desaparezca.
Empresas con poder de negociación real y con gran capacidad de presión hacia el gobierno de Donald Trump.
El mensaje es que nuestro país no está solo.
Trump gobierna un país dividido que más allá de la migración necesita de México. Al igual que nosotros necesitamos de ellos.
Para darnos una idea de esta relación, lo que Estados Unidos le vende a México representa poco más de lo que China, Japón y Taiwan en su conjunto le compran a nuestros vecinos del norte.
Otro dato; lo que México le compra a Estados Unidos es más de lo que el Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica e Italia, le compran juntos a los norteamericanos.
Y si hablamos de Texas, 382 mil empleos del estado vecino dependen del comercio con México (Victoria tiene poco menos de 350 mil habitantes).
El mercado mexicano representa el 37.27% de las exportaciones texanas.
En 2015, el monto de estas exportaciones sumó un total de 92.49 mil millones de dólares, por encima de Canadá y China.
Qué les compramos a los texanos; computadoras, automóviles, derivados de petróleo, químicos y equipo eléctrico.
En contraparte, México le vendió a Texas un total de 84.01 mil millones de dólares.
Por eso la estrategia de Cabeza de Vaca es la correcta.
Se trata de buscar el dialogo y extender los lazos entre ambos estados y entre ambos países. No se trata de buscar la confrontación y el divorcio.
Mejorar la relación entre Tamaulipas y Texas es una de las prioridades del gobernador, así lo dijo en su visita de septiembre pasado a Austin, cuando se reunión con Sed Miller, Comisionado de Agricultura texano, y quien además es consejero del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Así que la relación entre ambos estados no puede estar en mejores manos. Cosa que francamente necesitamos.
Pues eso.
Es bueno saberlo.-1) Con la llegada de Ambrosio Ramírez al PRI Victoria empieza el asalto de los geñistas por el PRI de Tamaulipas.
Bocho es gente muy cercana a Muñoz Cano, principal carta de Eugenio y Almaraz por la dirigencia estatal tricolor.
Por cierto, Muñoz Cano se ha encargado de pregonar a los cuatro vientos la alianza entre Baltazar y Eugenio como garantía de su llegada al Comité Estatal del PRI. Ahora está por ver que se materialice.
2) En Matamoros ya iniciaron los preparativos de las Fiestas Mexicanas, por lo que el comité organizador convocó a quienes deseen participar en el desfile del 25 de febrero a entregar su registro.
El objetivo es resaltar los valores culturales de la región y promover sus tradiciones.
Ni como mexicanos, pero especialmente como tamaulipecos.
La razón: todo lo que ocurre de aquel lado del río termina repercutiendo en gran medida en nuestro país y en nuestro estado.
Escoja el tema; migración, impuestos, aborto, control de armas, consumo de drogas, protección al medio ambiente, tecnología, manufactura, comercio, religión.
Porque no hay que perder de vista que la relación bilateral es mucho más que la construcción de un muro.
Muro que por cierto ya existe. Y aquí vale la pena el paréntesis.
Del total de la frontera entre México y Estados Unidos 63% es río, y el 32% de tierra ya cuenta con barreras.
Así que el famoso muro de Trump será apenas en el restante 5% del territorio que todavía no cuenta con algún obstáculo para el libre tránsito entre las dos naciones.
Tránsito que por cierto ya no es de mexicanos, si no de centroamericanos.
Así que el muro es simplemente una retórica populista que no hace ni sentido económico ni de eficacia.
Por eso el tema le propinó su primer revés internacional a Trump, quien tras la cancelación del viaje de Peña Nieto a la Casa Blanca, acordó con EPN no hablar más del muro públicamente.
Así que más allá de la barrera, lo cierto es que este nuevo gobierno en los Estados Unidos representa un reto para México y por extensión para Tamaulipas.
Un reto que plantea un reposicionamiento en la relación entre ambos países.
No se trata de agachar la cabeza y permitir la humillación, pero tampoco se trata de envolverse en la bandera (o publicarla en el perfil del face) y condenar al vecino como al ejército invasor.
Se trata de llegar a un punto medio en donde México y los Estados Unidos ganen. En donde Tamaulipas yTexas ganen.
Cuando el Secretario de Hacienda y de Economía se encontraban en la Casa Blanca, y Trump amagó con suspender la reunión si México no estaba dispuesto a pagar el muro, el gobierno de nuestro país canceló el resto de las reuniones bilaterales, sin embargo los funcionarios mexicanos permanecieron en los Estados Unidos.
Cuando se le preguntó a Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía, porque no regresó a México tras el insulto, el funcionario respondió que en su agenda todavía tenía una serie de reuniones con grupos y empresas americanas que están muy interesadas en que el Tratado de Libre Comercio no desaparezca.
Empresas con poder de negociación real y con gran capacidad de presión hacia el gobierno de Donald Trump.
El mensaje es que nuestro país no está solo.
Trump gobierna un país dividido que más allá de la migración necesita de México. Al igual que nosotros necesitamos de ellos.
Para darnos una idea de esta relación, lo que Estados Unidos le vende a México representa poco más de lo que China, Japón y Taiwan en su conjunto le compran a nuestros vecinos del norte.
Otro dato; lo que México le compra a Estados Unidos es más de lo que el Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica e Italia, le compran juntos a los norteamericanos.
Y si hablamos de Texas, 382 mil empleos del estado vecino dependen del comercio con México (Victoria tiene poco menos de 350 mil habitantes).
El mercado mexicano representa el 37.27% de las exportaciones texanas.
En 2015, el monto de estas exportaciones sumó un total de 92.49 mil millones de dólares, por encima de Canadá y China.
Qué les compramos a los texanos; computadoras, automóviles, derivados de petróleo, químicos y equipo eléctrico.
En contraparte, México le vendió a Texas un total de 84.01 mil millones de dólares.
Por eso la estrategia de Cabeza de Vaca es la correcta.
Se trata de buscar el dialogo y extender los lazos entre ambos estados y entre ambos países. No se trata de buscar la confrontación y el divorcio.
Mejorar la relación entre Tamaulipas y Texas es una de las prioridades del gobernador, así lo dijo en su visita de septiembre pasado a Austin, cuando se reunión con Sed Miller, Comisionado de Agricultura texano, y quien además es consejero del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Así que la relación entre ambos estados no puede estar en mejores manos. Cosa que francamente necesitamos.
Pues eso.
Es bueno saberlo.-1) Con la llegada de Ambrosio Ramírez al PRI Victoria empieza el asalto de los geñistas por el PRI de Tamaulipas.
Bocho es gente muy cercana a Muñoz Cano, principal carta de Eugenio y Almaraz por la dirigencia estatal tricolor.
Por cierto, Muñoz Cano se ha encargado de pregonar a los cuatro vientos la alianza entre Baltazar y Eugenio como garantía de su llegada al Comité Estatal del PRI. Ahora está por ver que se materialice.
2) En Matamoros ya iniciaron los preparativos de las Fiestas Mexicanas, por lo que el comité organizador convocó a quienes deseen participar en el desfile del 25 de febrero a entregar su registro.
El objetivo es resaltar los valores culturales de la región y promover sus tradiciones.