ESPERANZA

En noviembre, la popularidad del Presidente alcanzó el 65 por ciento de la población, de acuerdo con oraculus.mx, que agrupa información de diferentes encuestadoras. Desde el mes previo, López Obrador había recuperado el primer lugar en popularidad, en comparación con los cuatro presidentes anteriores, que había perdido en febrero de 2020. Desde su óptica, concentrada en ese dato, sin duda es una buena noticia.

Para muchos, sin embargo, es inexplicable que tenga tan buena calificación, considerando que en prácticamente cualquier dimensión que se mida, el país está peor que antes de su llegada. Quienes sólo se guían por cifras, institucionalidad y resultados, tienen una opinión totalmente distinta.

Hace algún tiempo comentamos aquí que una buena forma de analizar esta popularidad es comparándola con la confianza del consumidor, porque efectivamente hay correlación entre ambas variables, y porque parece guiarse por esa misma sensación de optimismo y esperanza que se personaliza en la figura presidencial. La correlación, por cierto, dista de ser perfecta, y se ubica en 0.5, por si alguien está interesado en la cifra, si consideramos desde abril de 2001. Si sólo incluimos el gobierno de López Obrador, sube a 0.56.

Bueno, durante noviembre, el optimismo de los consumidores fue notorio, y el índice creció en dos puntos. A su interior, el componente de “posibilidad de comprar electrodomésticos”, que suele ser el más bajo, creció en tres puntos. Curiosamente, el que menos creció fue “cómo espera que esté la economía del país dentro de 12 meses”, en menos de 0.2 unidades. El indicador agregado está casi en su nivel máximo, apenas superado por los datos de febrero y marzo de 2019, que fueron también los de máxima popularidad presidencial. Similar comportamiento puede usted ver en los componentes que preguntan por la situación actual y futura del hogar, pero no en los que corresponden al país. En ellos hay un margen mayor contra los máximos previos, y en el caso de la capacidad de compra de electrodomésticos, esos máximos ocurrieron hace más de 15 años, y no los hemos recuperado.