Ocurrió en Phoenix, Arizona. Según el Gila Valley Central, Andrew Kunz y un amigo estaban disparando sus pistolas de aire comprimido contra un coche viejo cuando consiguieron molestar a una colmena de abejas africanizadas —también llamadas abejas asesinas— que se había instalado en el interior.
Más de 400 abejas furiosas salieron al ataque, y Andrew solo pudo pensar en una cosa: canalizar su ki mediante la técnica del Máximo Poder, tal y como hace Vegeta durante las sagas de Freezer y Cell en Dragon Ball Z:
Andrew acabó en cuidados intensivos, pero está seguro de que sobrevivió a las picaduras gracias a sus poderes de Saiyajin. “Soy Andrew, pero puedes llamarme Vegeta”, le dijo a una reportera desde el hospital. De acuerdo con WJDB Radio, Andrew se está recuperando y volverá pronto a la escuela.