La fiebre de 2018

Que no lo engañe el calendario oficial, el proceso electoral federal de 2018 no arrancará en septiembre como lo indica el INE, si no en abril próximo con la renovación de tres integrantes de su Consejo General.



Si bien el inicio formal se dará en septiembre, los partidos tendrán que luchar y ponerse de acuerdo con la renovación de estos consejeros, pues sin ellos el máximo órgano del Instituto Nacional Electoral quedará empatado con solo 8 de 11 miembros en funciones, entorpeciendo o inclinando su labor como árbitro de la contienda.



Y aunque existe un Comité Técnico de Evaluación que garantiza el profesionalismo de los aspirantes, la etapa final del proceso de selección queda en manos de la Cámara de Diputados, por lo que termina siendo una designación en base a cuotas e intereses políticos.



Intereses que tienen puesta la mira en el resultado de la elección federal del próximo año.



Si la renovación del réferi electoral no le parece suficiente adelanto de lo que nos espera el 2018, ahí tiene las elecciones de junio próximo, donde se renovarán 3 gobiernos estatales, 270 ayuntamientos, 197 regidurías y 55 legislaturas locales.



Estado de México, Nayarit y Coahuila cambiarán ejecutivo estatal, mientras que en Veracruz se renovarán 212 ayuntamientos.



Estos estados en conjunto representan aproximadamente el 21% del padrón electoral, siendo el Estado de México la entidad con el mayor número de votantes, superando los 11 millones, mientras que Veracruz registra 5.5 millones de electores en su lista nominal.



Así que por donde se vea, lo que ocurra en estas entidades será fundamental para las definiciones de los partidos rumbo a 2018.



Definiciones que inician con la selecciones de su respectivo candidato, donde hasta el momento el único seguro es AMLO por Morena.



Y aunque Margarita Zavala encabeza las preferencias en el PAN, y Osorio Chong tiene todas las fichas alineadas para su designación por el PRI, ninguno puede cantar victoria todavía.



Pero a pesar de todo este barullo en el escenario nacional, las elecciones presidenciales de 2018 levantan poco interés en Tamaulipas.



Y no solo estamos hablando del interés ciudadano, si no también el de los partidos políticos.



Ahí tiene a los priistas, que todavía no pueden designar dirigente local, mucho menos empezar los trabajos rumbo a las próximas elecciones.



Que el alcalde de Victoria mantenga una campaña permanente con recursos públicos lejos de ayudarlos los perjudica.



Sin olvidar que en las pasadas elecciones presidenciales Peña Nieto perdió en Tamaulipas por más de 100 mil votos frente a la entonces candidata del PAN.



Elección en la que por cierto el ahora gobernador, quien iba en fórmula con la alcaldesa de Reynosa, derrotaron a la fórmula del ex mandatario Manuel Cavazos Lerma y Guadaulpe Flores del PRI.



Así que como puede ver, lo que ocurra en 2018 no será cualquier cosa para nuestro estado, empezando por la renovación de los ayuntamientos, la competencia por los cargos federales de elección, y jugando un papel importante en una elección histórica rumbo a la Presidencial de la República, resultados que sin duda alteraran la vida política en la entidad.





Pues eso.





Es bueno saberlo: 1) El PRI de Tamaulipas no tuvo nada que festejar en el 88 aniversario de dicho instituto político. Los resultados electorales adversos de la pasada elección, así como las acusaciones de corrupción que enfrentan sus ex gobernadores, ex alcaldes y ex funcionarios, hicieron que la dirigencia interina festejara en la Ciudad de México y no con sus bases en el estado.



2) En donde si festejaron fueron en las dirigencias municipales. En Victoria por ejemplo, Susana Hernández y Carlos Morris encabezaron las mañanitas… Y luego se extrañan del repudio social.



3) Matamoros ya se prepara para recibir a los vacacionistas esta semana santa. Reconocido como un destino de playa, el alcalde Jesús de la Garza ha instruido la rehabilitación del balneario y las instalaciones de la Playa Bagdad, para brindar una buena atención a los paseantes.