Una niña de tan solo cinco años murió por comer un pan envenenado que una persona lanzó al patio de su casa, ubicada en San Pedro Soteapan, Veracruz.
Desafortunadamente, el hermano de siete años de la pequeña está hospitalizado y en situación crítica porque también ingirió parte del alimento contaminado.
La madre de los menores, identificada como Hermila Gutiérrez, narró que en una ocasión previa alguien había aventado pan envenenado en su domicilio con la intención de dañar al perro de la familia.
Esa persona al parecer no midió las consecuencias de su acto, pues en lugar del can los menores de edad fueron los que salieron dañados y ahora uno de ellos se debate entre la vida y la muerte.
Madre de los niños afectados pide ayuda para solventar los gastos médicos
El pequeño de siete años fue internado en el Hospital Valentín Gómez Farías de Coatzacoalcos; por ello, su madre pidió apoyo para solventar los gastos y que su hijo libre esta batalla.
Al narrar cómo ocurrió la tragedia, Hermila Gutiérrez dijo que los niños jugaban con su hermana mayor, de 11 años, en el patio de la casa ubicada en la comunidad de San Antonio en Soteapan, Veracruz.
De pronto los niños comenzaron a comer el pan envenenado que lanzó una persona, cuya identidad es desconocida hasta el momento.
La hermana mayor corrió a avisar a sus padres que los niños estaban ingiriendo algo extraño; sin embargo, cuando el padre acudió a la escena no pudo hacer mucho porque vio cómo los menores se convulsionaban.
Ante este evento, Hermila Gutiérrez dijo que dejará en manos de Dios el castigo para los responsables de haber matado a su niña de cinco años.
“Hay que dejar en paz de Dios, él sabe lo que hace y es testigo de quién me arrebató a mi hija. Dios ve todo, aunque nosotros como humanos nos engañemos a él nadie lo engaña, él sabe cómo fue que se murió mi hija o quién fue quien preparó ese veneno, Dios sabrá lo que hace con el ser humano que hizo eso”, sentenció la madre.
