JUECES Y CORIFEOS 

"Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales".

Artículo 16 constitucional

Se ha convertido en el juez incómodo. Primero concedió suspensiones contra la Ley de la Industria Eléctrica, ahora ha otorgado seis suspensiones provisionales contra el nuevo Padrón de Usuarios de Telefonía Móvil, el Panaut. Se trata de Juan Pablo Gómez Fierro, juez segundo de distrito en materia administrativa especializado en competencia, radiodifusión y telecomunicaciones.

Un enfurecido Presidente López Obrador pidió en marzo al Consejo de la Judicatura que revisara su desempeño y lo acusó de estar al servicio "de intereses corporativos... con el apoyo de la prensa proempresarial, nacional y extranjera... Sería lamentable que, después de todo el daño que la oligarquía ha causado al país, sigamos permitiendo el abuso y la prepotencia bajo la excusa del Estado de derecho". Ayer dijo que el juzgador estaba al servicio de "minorías rapaces".

La "excusa del Estado de derecho" ha sido, efectivamente, muy incómoda para un Presidente que quiere gobernar sin límites legales. Las leyes, sin embargo, están hechas para cumplirse y los jueces son los encargados de interpretarlas y aplicarlas.

El amparo es el recurso de los ciudadanos para defenderse de los abusos de la autoridad, y los jueces tienen la obligación de hacer respetar el Estado de derecho, aunque esto resulte incómodo a los gobernantes.

Ayer, en la mañanera, el Subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía Berdeja arremetió contra los críticos del Panaut, a quienes llamó "corifeos", en un uso incorrecto de una palabra dominguera (los corifeos eran los directores del coro en las tragedias griegas; la palabra designa hoy a quienes en política o ideología tienen muchos seguidores). A Gómez Fierro lo descalificó como "juez a modo", "juez por encargo", "juez de contentillo".

Las críticas al Panaut, sin embargo, no vienen de corifeos, sino de especialistas. El nuevo padrón aumentará los costos y la burocracia para obtener una línea. Mientras el Gobierno dice que está promoviendo el internet, disminuirá las posibilidades de acceso de quienes viven en comunidades marginadas.

"¿Qué pasará con las tienditas que venden sims o teléfonos?", se pregunta Irene Levy del Observatorio de Telecomunicaciones. No tendrán capacidad de tomar los biométricos.

El padrón, además, aumentará la vulnerabilidad de los usuarios a posibles fugas de información, como ocurrió con el cancelado Renaut. El abogado Javier Tejado Dondé sentencia: "El padrón de móviles era para los reclusos y nos lo aplicaron a los usuarios".

Lo peor es que el Panaut no ayudará a combatir el crimen. Los delincuentes seguirán robando teléfonos para cometer delitos, sólo que ahora los usuarios registrados serán considerados responsables.

El juez Gómez Fierro señaló en la primera nueva suspensión provisional: "No debe olvidarse que, en las actividades relacionadas con la seguridad pública, el Estado debe respetar los derechos humanos". ¿Alguien objeta?

El 27 de abril presidirá la audiencia sobre la suspensión definitiva; mientras tanto, está sufriendo una avalancha de descalificaciones de personajes muy poderosos.

El acoso a los jueces es característica de los países autoritarios, también el registro de biométricos para telefonía móvil, como en Venezuela, Arabia Saudita o China.

En México, por fortuna, tenemos jueces valientes que defienden el Estado de derecho. Esperemos que los corifeos no sigan incitando a sus seguidores a lincharlos.