Cumplen última voluntad del globero Juan Vázquez

Se fue feliz, ejerció el oficio desde los 8 años. Su familia ayer regaló globos, como él ordenó. Personaje de #CdVictoria #QEPD

 

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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Familiares del vendedor de globos Juan Vázquez cumplieron con su última voluntad y regalaron globos afuera del zoológico de Tamatán.

Juan Vázquez, personaje de Ciudad Victoria,  falleció la madrugada del domingo a los 58 de edad, a causa de insuficiencia respiratoria.

Sus hijos, hermanos y demás familiares acudieron ayer martes al zoológico de Tamatán para regalar globos a los niños y niñas.

Su esposa dijo que en el últimos momentos, en medio del delirio por la enfermedad, Juan Vázquez mencionaba que iría a trabajar a Tamatán.

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“El zoológico era su lugar preferido para vender sus globos, estuvo ahí por 40 años, en el viejito y cuando lo remodelaron; él hacía felices  a los niños, le decíamos que era Barney“, comentó.

Cuando algún niño pedía un globo a sus padres y estos no traían dinero, les decía: “lléveselo", se los regalaba.

El globero se preparó con mercancía para la Semana Santa, por ser una de las mejores fechas para la venta, pero la voluntad de Dios fue otra.

“Fue un padre excelente, una persona ejemplar, y un amigo muy querido por muchos. Él decía 'vieja, parezco diputado en la calle me encuentro gente y ya no los conozco'”.

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Juan Vázquez tuvo 6 hijos a los que dio estudios con su oficio de vendedor de globos.

“Fue su voluntad hacer felices a los niños, él falleció el sábado en Valles, el domingo lo trajimos a Ciudad Victoria, y el lunes lo llevamos a la funeraria. Nos acaban de entregar sus cenizas porque su deseo fue ser cremado”, dijo su hijo René Vázquez Allende.

A pesar de vender en otras zonas de la Ciudad, (plaza, centro de la Ciudad y algunas colonias) para Juan Vázquez no hubo lugar más bello que Tamatán para ejercer el oficio.

“Él nos decía 'hay que hacer a los niños felices'. Vamos a hacer lo posible porque el Día del niño se puedan repartir globos“.

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No cabe duda, Juan Vázquez se fue feliz, después de trabajar en uno de los oficios más bonitos del mundo desde que tenía 8 años de edad.

Ahora debe estar junto a ángeles en el cielo, feliz que su familia cumplió con la última voluntad.

“Él era feliz con su trabajo, se fue con una sonrisa en su rostro”, dijo por último su esposa.