BYE BYE, ARTURO HERRERA 

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Arturo Herrera no va a alcanzar a cargar a los peregrinos. El secretario de Hacienda ya tiene ruta de salida de la 4T y su mira apunta a Washington, a una posición en el directorio del Banco Mundial.

El abnegado colaborador de Andrés Manuel López Obrador pidió al Presidente un año más al frente de la principal cartera económica del gobierno, pero el tabasqueño no cedió a sus pretensiones.

Herrera quería mantenerse como secretario hasta finales del 2021 para engancharse como candidato de Morena a la gubernatura de su natal Hidalgo, que tendrá elecciones para sustituir a Omar Fayad en 2022.

Algo pasó que Herrera cayó de la gracia de López Obrador. Ni siquiera transitó la idea de que se fuera a Banco de México. El próximo mes se abría la ventana ideal para que saltara a ese organismo.

El 31 de diciembre termina el periodo de Javier Guzmán Calafell y un candidato natural era precisamente Herrera. Muchos pensaron que AMLO debió ser generoso y darle una salida decorosa a su secretario.

Sin embargo, haber optado por esa ruta implicaba pavimentarle el camino para ubicarlo en la gubernatura del Banco Central en 2023, pues Alejandro Díaz de León se va en los últimos días de 2022.

Pero, otra vez, López Obrador reconsideró y se guardó una mejor ficha para el denominado banco de bancos, como también, por lo que se ve, se está guardando la carta para el nuevo secretario de Hacienda.

¿Raquel Buenrostro? El presidente ha jugado con esa posibilidad. De hecho está picándole la cresta con la jefa del SAT al que quisiera que fuera su nuevo secretario de Hacienda: Rogelio Ramírez de la O.

La semana pasada, el jueves para ser exactos, volvió a convocarlo en Palacio Nacional. Lo recibió junto con Octavio Romero, el director de Pemex, para abordar temas relacionados con la empresa petrolera.

Le he venido narrando en este espacio que el consultor privado es el as bajo la manga que tiene para la Secretaría de Hacienda. En los hechos ha desplazado ya a Herrera en las decisiones relevantes.

En proyectos de infraestructura como el Tren Maya, en la nueva Ley de Afore y ahora en la capitalización de Pemex, la mano de Ramírez de la O se está sintiendo. AMLO le profesa toda la confianza.

De hecho fue él quien terminó involuntariamente por obstruir la llegada de Herrera a Banxico, porque en el hipotético caso de que asumiera Hacienda, necesitaba otro perfil en esa posición.

¿Ya aceptó Ramírez de la O subirse al tren de la 4T y tomar la oferta de su viejo amigo López Obrador? Falta poco para que se devele su decisión.

Hoy muchos se van a desgarrar las vestimentas.