El PRIMOR de AMLO 

 

a

El Congreso de la Unión tiene hasta el 15 de noviembre para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año. 

Es por eso que en esta última semana han aumentado los cabildeos, particularmente de los estados, para defender los recursos de sus entidades ante los recortes de la federación. 

De eso se trato la participación del gobernador de Tamaulipas en la reunión de trabajo con los integrantes de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, el pasado viernes 6 de noviembre. 

Cabeza de Vaca, en representación de los 10 estados que integran la Alianza Federalista, pidió a los legisladores que el Gobierno Federal no aplique más recortes a las entidades y se mantenga el monto asignado en 2020. 

La visita a la Cámara de Diputados se da después que el Presidente rechazara recibir a los gobernadores alianzistas, quienes solicitaron una reunión con AMLO para discutir el Presupuesto de 2021, así como el Pacto Fiscal entre estados y federación. 

Pero los gobernadores no son los únicos cabildeando. 

El desgaste que ha sufrido AMLO por el reparto inequitativo de recursos ya se reflejó en las urnas, donde MORENA quedó en segundo lugar tras perder las gubernaturas de Hidalgo y Coahuila.

Así que el tema es una verdadera preocupación para el Presidente, quien no sabe como justificar el despilfarro de recursos en sus proyectos como el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y la Refinería de Dos Bocas en Tabasco. 

Imagine el grado de desesperación de López Obrador quien se ha visto obligado a recurrir al PRI para que le salve el pellejo. 

Para su buena fortuna, el cabildeo con los priistas se vio opacado por las elecciones y el conteo de votos en los Estados Unidos, otro tema del que tampoco salió bien parado, y por las inundaciones en su natal Tabasco. 

El martes 3 de noviembre, Luis Videgaray, ex Secretario de Hacienda y ex Canciller en el gobierno de EPN,  fue acusado de traición a la patria. 

Dos días después, el jueves 5, la Secretaria de Gobernación se reunió con los gobernadores priistas y su dirigente nacional para hablar sobre 4 temas: proyectos de gestión, COVID-19, elecciones de 2021 y la coordinación entre estados y federación. 

Horas más tarde de ese mismo jueves, la Fiscalía General de la República informaba el retiro de la solicitud para obtener la orden de aprehensión contra el ex Secretario de Hacienda y brazo derecho de Enrique Peña Nieto. 

Sin olvidar que también el jueves 5, Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, dijo vía Twitter que está dispuesto a declarar en contra de Peña Nieto por el caso Odebrecht.

Para quien tiene dos dedos de frente el episodio esta claro: López Obrador ha utilizado la estrategia del “palo y la zanahoria” para buscar el respaldo del PRI ante el desencuentro del Presidente con los gobernadores de la Alianza Federalista.

Y es que los gobernadores de MORENA prácticamente están de adorno (incluida Claudia Sheinbaum) pues no encuentran la manera de defender lo indefendible, es decir, las decisiones de su Presidente y líder moral. 

El 2021 es un año electoral, donde además de renovarse 15 gubernaturas también está en juego el Congreso de la Unión. 

Es por eso que el presupuesto del próximo año es clave, pues se convertirá inevitablemente en un presupuesto electoral. 

El Peje ve en la Alianza Federalista y en los gobernadores panistas a sus principales adversarios, por eso ya no tiene empacho en reconocer que el PRIMOR existe y ha buscado una alianza con los gobernadores priistas y el propio Peña Nieto, por las buenas o por las malas. 

Esto para el PRI no es nuevo, los tricolores ya han sido oposición y les fue tan bien que regresaron al poder. 

Así que no pierda de vista esta nueva alianza entre el PRI y MORENA, que le da oxigeno puro a los dinosaurios y desnuda la debilidad de López Obrador, quien con todo y la mayoría legislativa y el control presupuestal, no sabe como ganar elecciones. 

Pues eso.

Es bueno saberlo: 1) En Tamaulipas no está claro con cuál PRI va negociar y hacer alianza López Obrador. 

¿El PRI de Eugenio? ¿El PRI de Egidio? ¿El PRI de Baltazar? ¿El PRI de Melhem?

Y es que la famosa disciplina priista dejó de existir desde hace 4 años y las traiciones están a la orden del día.