Andrés Manuel López Obrador apenas duró cuatro minutos.
Nos referimos, por supuesto, al mensaje que dirigió a los tamaulipecos en su gira de este domingo por Nuevo Laredo.
Y aunque es verdad que el presidente recorrió las obras de mejoramiento urbano que realizó el gobierno federal en la ciudad fronteriza, lo cierto es que para fines políticos, que es lo que más le interesa a López Obrador, su gira duró eso: 240 segundos.
La razón: las fuertes protestas de agricultores e integrantes del Frente Nacional AntiAMLO (FRENA) en contra del presidente, que le impidieron extender su mensaje al “pueblo bueno” de Tamaulipas.
“Fuera López, Fuera López, Fuera López” fue el grito de batalla.
Qué diferencia con las casi dos horas de verborrea a las que está acostumbrado en las mañaneras. Pero claro, ahí tiene un público a modo.
A pesar del corto tiempo de AMLO en Tamaulipas, el mandatario se fue con lo que buscaba, que no era otra cosa que medirle el agua a los camotes.
Es decir, López Obrador vino a medir el descontento social porque todavía no cree el repudio que le tiene la gente en el norte del país, especialmente después de los resultados en las pasadas elecciones de Coahuila e Hidalgo, donde el PRI retuvo ambas gubernaturas.
Porque antes de estar en Tamaulipas, AMLO realizó una gira de 2 días por la región carbonífera y del norte de Coahuila. Recuerde que en esto no existen las casualidades.
A diferencia de Obrador, quien no desaprovechó la visita fue el gobernador tamaulipeco, quien le pedió equidad y respeto para nuestro estado en el asunto del reparto del agua en la frontera y el pago del líquido a los Estados Unidos.
Y es que las presas Falcón y Marte R. Gómez tendrán que poner más del 50 por ciento del agua, lo que afectará directamente a 200 mil hectáreas del Distrito de Riego 25 que incluye a Matamoros, Valle Hermoso y Río Bravo, una de las zonas agrícolas más productiva del país.
Pero ya sabe que los reclamos para AMLO son a oídos sordos y difícilmente va cambiar su decisión.
Otro tema que también tocó Cabeza de Vaca, aprovechando los reflectores nacionales, fue el asunto del Presupuesto y el reparto de las participaciones federales.
“Tamaulipas es el segundo estado que más aporta al país en impuestos, son 275 mil millones los que envía a la caja, ahí donde suena, a la Secretaría de Hacienda” dijo.
“Hemos insistido que de alguna manera tiene que haber equidad en la distribución de los recursos. Por supuesto que nos sumamos a los esfuerzos del Gobierno de la República en apoyar a los estados que menos tienen. Sabemos que tienen muchas necesidad. Pero también sabemos que para poder seguir generando riqueza y desarrollo y empleo, necesitamos ser más competitivos” remarcó el mandatario estatal.
Cabeza de Vaca lo tiene muy claro, para dar resultados tiene que haber recursos.
No es suficiente luchar contra la inseguridad si eso no se refleja en una mejora económica y calidad de vida de los tamaulipecos. Porque no es en automático.
Luchar contra la pandemia también se trata de eso, de reactivar los sectores productivos sin correr el riesgo de perder más vidas.
Cada una de las necesidades de los tamaulipecos tiene que atenderse con recursos, recursos que por cierto no se generan en otro lado, son de aquí de Tamaulipas, pero al llegar a la Federación se diluyen a conveniencia del Presidente de la República.
Así que básicamente ese fue el mensaje de Cabeza de Vaca a López Obrador: reponer el agua de Tamaulipas, indemnizar a los productores y que haya equidad en el reparto presupuestal del próximo año.
Sobra decir que en los 4 minutos que duró el mensaje de AMLO, el presidente no dio respuesta a las demandas del gobernador.
Seguramente porque su atención estaba en otro lado.
Como por ejemplo, en los gritos de “Fuera López, Fuera López, Fuera López”.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) Finalmente la pantomima terminó. Mario Delgado fue nombrado como el nuevo dirigente nacional de MORENA, como estaba pronosticado.
Delgado no perdió tiempo y anunció que su primera actividad como presidente del partido de AMLO será la creación de Comités para la Defensa del Voto en los estados que tendrán elecciones el próximo año, como Tamaulipas.
Está claro que López Obrador no está contento con lo que ocurrió en Hidalgo y Coahuila, y no quiere que se la vuelvan a hacer.