El enfrentamiento mediático entre AMLO y los gobernadores que integran la Alianza Federalista (concretamente Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas) es sólo una muestra de lo que puede ocurrir el próximo miércoles en San Luis Potosí, en la reunión entre la CONAGO y el Presidente de la República.
De ahí que la pasada semana haya sido una suerte de round de sombra entre ambos bandos, donde hubo un intercambio de golpes tirados al aire con el fin de ir midiendo el terreno e imponer el ritmo del encuentro.
Hasta el momento, todo indica que los ejecutivos estatales le llevan ventaja al presidente, quien no ha podido salir bien librado de los señalamientos.
De ahí que los gobernadores llegan en mejores condiciones a la cita del miércoles.
El desencuentro inició hace una semana, cuando la Alianza Federalista sesionó en Torreón, donde le exigieron a AMLO incluir en la agenda de la reunión de la CONAGO 4 temas prioritarios para los estados, y en caso de no hacerlo los gobernadores no asistirían a la cita con el presidente.
Con esto los mandatarios de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, tratan de evitar que la presencia de López Obrador en la CONAGO sea solo para la foto y al mismo tiempo dejar claro que no serán comparsas o aplaudidores.
Como respuesta, el presidente canceló su gira por los estados más afectados por la tormenta ‘Hanna’, que son precisamente Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León.
Además, López Obrador “invitó” al Gabinete Leal y Ampliado a la reunión, con el claro objetivo de no verse superado en número, pues si bien es cierto que los gobernadores de MORENA y el PRI respaldan al presidente, tal parece que eso no fue suficiente para garantizar la tranquilidad de López Obrador en la cita.
En eso AMLO fue rebasado por los tres gobernadores, quienes forzaron su mano al desnudar su estrategia y de paso pusieron los reflectores en los temas donde el Gobierno Federal no ha entregado buenos resultados: la pandemia, la crisis económica y la seguridad.
Por si fuera poco, ante el incremento de los contagios y muertes por coronavirus en el país, se revivió la exigencia de los estados en destituir a López Gattel de su cargo.
Curiosamente esto fue provocado por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien aseguró previamente que los gobernadores estaban conformes con el trabajo del subsecretario, lo que inmediatamente fue desmentido por los señalados.
El desliz de Sánchez Cordero se convirtió en una nueva oportunidad para los gobernadores, quienes lanzaron la campaña para promover el uso de cubre bocas cuando el propio López Obrador y el subsecretario López Gattel se niegan a usarlo.
Y mientras eso ocurría en los canales oficiales, el round de sombra también ocurrió debajo del cuadrilátero, donde los ganchos fueron al hígado para ir aflojando el cuerpo.
Porque no fue casualidad que se filtrara una supuesta investigación de la DEA en contra de Cabeza de Vaca. Versión que fue desmentida un día después por la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno federal.
De igual forma trascendieron en medios nacionales las supuestas acusaciones de Emilio Lozoya contra los legisladores que integraron la Comisión de Energía del Congreso en el sexenio anterior, a los que asegura Lozoya, se les entregaron dinero a cambio de aprobar la Reforma Energética.
De nuevo no se presentaron pruebas, solo simples rumores.
Además de las supuestas investigaciones contra el gobernador de Tamaulipas, también se filtró una investigación contra Roberto Gil Zuarth por la Procuraduría Fiscal de la Federación y la Dirección General de Delitos Fiscales.
Sin olvidar las acusaciones de Alejandro Rojas Díaz Durán, que cada fin de semana utiliza las redes sociales para atacar al Gobernador de Tamaulipas con mucha estridencia pero sin evidencias de sus dichos.
Sin duda estos ataques también deben entenderse en el contexto de la reunión del miércoles entre AMLO y los Gobernadores.
El presidente ha declarado en varias ocasiones que no busca el enfrentamiento con los estado, sin embargo en los hechos se demuestra todo lo contrario.
¿Será por eso que López Obrador prefiere llegar con porra y no enfrentar en solitario los señalamientos legítimos de los mandatarios?
“Ni los veo ni los oigo” dijo alguna vez Salinas ante los reclamos de la oposición.
Qué coincidencia…
Pues eso.
Es bueno saberlo: Otra empresa fantasma fue detectada en el Ayuntamiento de Victoria y en el DIF Victoria.
Lo que deja en claro que dejos de ser una excepción, el saqueo de los recursos públicos de la alcaldía parece ser la norma en esta administración, donde su principal responsable no es otro que Xicoténcatl González.
El silencio de Xico sobre el asunto agranda las sospechas contra el alcalde, quien no ha podido justificar los gastos millonarios de su gobierno en ‘asesorías’ de empresas inexistentes.