Coca-Cola pagó para negar efectos del azúcar en sus bebidas

La compañía de bebidas “donó” millones de dólares a científicos para que ocultaran los efectos del refresco en la salud.
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Coca-Cola pagó a una red mundial de científicos para que, a través de supuestos estudios, negaran el impacto que tiene el azúcar de sus bebidas en la salud de las personas.

De acuerdo con un estudio reciente publicado en la revista de medicina Public Health Nutrition, la compañía refresquera financió, entre 2013 y 2015, las investigaciones. Además, impulsó la creación de la Red Global de Balance Energético (GEBN, por sus siglas en inglés). Así, consiguió que los científicos avalaran que la obesidad se debe a la falta de ejercicio. Y no a la cantidad de azúcar que tiene el refresco.

La red GEBN aseguraba que la empresa líder en refresco sólo donaba para sus investigaciones. Y ocultaba el dinero que ésta inyectaba. No obstante, investigadores de la Universidad de Oxford, entre otras instituciones, sacaron a la luz su unión.

Para ello, analizaron más de 18 mil páginas de correos electrónicos entre Coca-Cola y dos universidades de la red: la Universidad de Colorado y la de Virginia del Oeste. Su fachada era una organización sin fines de lucro que estudiaba la obesidad, cuando en realidad trabajaban para decir que el refresco no era tan dañino.

La empresa global directamente “contribuyó” con al menos 1.5 millones de dólares en 2015. Pero Coca-Cola también dio varios millones más a afiliados académicos de la GEBN para que negaran los efectos negativos del azúcar de sus bebidas.

(La compañía) usó a académicos de salud para llevar a cabo una táctica clásica del tabaco para proteger sus ganancias. Es un punto bajo en la historia de la salud pública. Y una advertencia sobre los peligros de aceptar fondos de corporaciones para las investigaciones de salud” afirmó Gary Ruskin, director ejecutivo de US Right to Know.

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Le Monde ya había exhibido a los magnates del refresco

En mayo del año pasado, el diario francés Le Monde exhibió que la compañía había pagado 8 millones de euros para influir a científicos y profesionales de la salud. Así, Coca-Cola desviaba la atención de los efectos del azúcar de las bebidas en la gente.

En Francia y en otras partes, [las] financiaciones son, en su mayoría, comunicación o puro patrocinio. Y no un auténtico trabajo científico”, afirmó el medio francés tras analizar a los expertos que colaboraban con la compañía de refresco.