Moralejas de la deuda

A propósito de la negativa del Presidente LÓPEZ OBRADOR, para contratar deuda pública destinada a enfrentar los estragos del COVID-19 y mitigar sus efectos recesivos en la planta productiva del país, así como para apalancar la reactivación económica antes de que nos cargue más el diablo, el martes pasado el Gobierno de la CDMX envió a la Cámara de Diputados, el primer informe trimestral 2020 sobre la situación que guarda la deuda pública, en la ciudad gobernada por CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.

Conforme a lo señalado por el artículo 33 de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y Municipios, el documento correspondiente al periodo enero-marzo de 2020, provocó mi curiosidad sobre una interrogante de elemental sentido común.

¿El desarrollo indudable de la Ciudad de México durante los últimos 20 años, que se puede observar a simple vista cada que uno viaja a la capital del país, ha sido posible solo con los recursos del Presupuesto de Egresos para cada anualidad, o los proyectos transformadores han requerido el apalancamiento de la deuda pública para hacerlos posibles?

Pues bien, despertada la curiosidad realicé un ejercicio de minería de datos, aprovechando los Informes Trimestrales de la Deuda Pública, redactados por la Secretaría de Finanzas del DF-CDMX, que me permitió dar respuesta a la interrogante planteada en el párrafo anterior.

Respuesta: el desarrollo y progreso de la ciudad que CÁRDENAS, LÓPEZ OBRADOR, EBRARD CASAUBÓN y MANCERA ESPINOSA gobernaron por el PRD, y que SHEINBAUM PARDO gobierna postulada por MORENA, no se puede explicar sin referenciar al uso de la facultad legal de contratar deuda pública, destinada a financiar los proyectos productivos de gran calado.

Incluso, acorde con las necesidades de la ciudad más habitada del país, la deuda pública de la CDMX es la de mayor dimensión entre las 32 entidades federativas: al cierre de 2019, su monto fue de 84,625 millones de pesos, que junto con la Nuevo León, Chihuahua, Estado de México y Veracruz, suman el 52.9% de los 559,500 millones de la deuda subnacional.

Los 86,222 millones de pesos que adeuda la CDMX en el primer trimestre de 2020, representan 5.8 veces la deuda pública de Tamaulipas al cierre de 2019 que se ubicó en 14,876 millones de pesos.

Surgen un par de interrogantes más: ¿Cuál ha sido el crecimiento observado de la deuda entre 1997 y 2019, y cuál ha sido su comportamiento durante los gobiernos de CUAUHTÉMOC CÁRDENAS, LÓPEZ OBRADOR, MARCELO EBRARD, MIGUEL MANCERA y CLAUDIA SHEINBAUM? 

CÁRDENAS SOLÓRZANO 1997-2000: Durante este trienio la deuda del DF pasó de 11,789 millones de pesos, que heredó el ingeniero del gobierno de MANUEL AGUILERA GÓMEZ, a 28,649 millones, para un crecimiento de 16,860 millones de pesos. 

LÓPEZ OBRADOR 2000-2006: Durante el sexenio del tabasqueño, la deuda pública inició en 28,649 millones y terminó en  44,133 millones de pesos, para un crecimiento de 15,844 millones de pesos.

EBRARD CASAUBÓN 2006-2012: La deuda pública inició en este sexenio en 44,133 millones y concluyó en 61,207 millones de pesos, representando un crecimiento de 17,074 millones de pesos. 

MANCERA ESPINOSA 2012-2018: Al inicio de este sexenio la deuda pública fue de 61,207 millones y terminó en 84,356 millones de pesos, representando un aumento de 23,149 mil millones.

SHEINBAUM PARDO 2019-2024: La gobernadora recibió una deuda pública de 84,356 millones y a finales de 2019 su monto ascendió a 87,254 millones, que representa un aumento inicial de 2,898 millones de pesos

 

Desde el gobierno de CUAUHTÉMOC CÁRDENAS hasta el primero año del que jefatura CLAUDIA SHEINBAUM, la deuda pública del DF-CDMX tiene un crecimiento de 75,465 millones y el pago de su servicio ha tenido un costo de 125,463 millones de pesos, entre 2000 y 2019.

Moraleja primera: Si los proyectos productivos que detonan el crecimiento y desarrollo de una entidad federativa, requieren deuda pública para llevarse a cabo, porque el presupuesto simple y sencillamente no alcanza, con mayor razón es necesario el financiamiento bancario en situaciones extraordinarias, como la emergencia sanitaria y la recesión económica que enfrentamos.

Moraleja segunda: Contratar deuda pública es una posibilidad legal de todo gobierno estatal: lo permite con meridiana claridad el artículo 117 de nuestra Carta Magna, para apoyar proyectos productivos, regulado por leyes locales de gasto y deuda y de manera particular por la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades y los Municipios. 

Moraleja final: Para que tanto brinco estando el suelo tan parejo.