Perros guardianes

Confieso que la iniciativa del Presidente LÓPEZ OBRADOR, que pretende conferirle a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, facultades en materia de reasignación presupuestal, que son competencia exclusiva de la Cámara de Diputados, me llevó a releer las páginas 147 y 148, del libro Cómo mueren las democracias (2018), escrito por Steven Levitsky y Daniel Ziblath. 

Enviada a la Cámara de Diputados la tarde del 23/04/2020, la iniciativa logró de inmediato unificar reacciones en su contra, no solamente de diputados del PAN y PRI, sino del mismísimo PORFIRIO MUÑOZ LEDO, perteneciente al bloque mayoritario encabezado por MORENA.

Solicitar que la Cámara de Diputados ceda una de sus facultades exclusivas, para que el Presidente LÓPEZ OBRADOR, a través de la SHCP, reasigne en situaciones de emergencia, los recursos del Presupuesto de Egresos, que de acuerdo al artículo 74 fracción IV, es una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados, lesiona gravemente el sistema de pesos y contrapesos políticos que debe existir entre los tres Poderes del Estado.

Con mayor razón tratándose de un sistema presidencialista como el nuestro, que requiere de los pesos y contrapesos constitucionales para que funcione eficazmente, y que lo último que necesita es concentrar mayores facultades en el Poder Ejecutivo Federal.

Hoy sin duda, el presidencialismo mexicano corre el riesgo de desbocarse a consecuencia del resultado de la elección de 2018, que coronó a MORENA como el partido dominante en el Ejecutivo y en el Congreso de la Unión, como en las mejores épocas del PRI-Gobierno.

De acuerdo a Levitsky y Ziblath, la democracia constitucional funciona cuando se construye un delicado equilibrio, entre los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial: cuando los tribunales y el Congreso supervisan y controlan el poder del Presidente, actuando como perros guardianes de la democracia, pero permitiendo que la democracia presidencial funcione adecuadamente.

Pero en la realidad las cosas funcionan de distintas maneras, como cuando se tiene un gobierno dividido, es decir, cuando el Congreso es controlado por un partido distinto al del Presidente, escenario que México vivió entre 1997 y el 2018, entonces puede suceder que los perro guardines del legislativo y del Poder Judicial, se conviertan en perros de caza, obstruyendo el correcto funcionamiento de la democracia presidencial.

Otro escenario planteado por Levitsky y Ziblath, sucede cuando el partido que controla el Poder Legislativo es el mismo que está al frente de la Presidencia, entonces tenemos gobierno unificado, como lo tenemos en México desde la elección presidencial de 2018, que coronó a LÓPEZ OBRADOR al frente del Poder Ejecutivo y a MORENA en el Congreso de la Unión.

En este escenario se corre el riesgo no de la confrontación, como cuando se tiene un gobierno dividido, sino de que el Congreso abdique y abandone sus deberes constitucionales de control y supervisión, permitiendo al Presidente aprobar leyes abusivas, ilegales e incluso autoritarias.

Sucede entonces la transformación de perro guardián en perro faldero, que puede dar pie a un gobierno autoritario (p.148).

Tentación que vivimos en los tiempos del Presidente SALINAS DE GORTARI, cuando el PRI controlaba cada rincón del Poder Legislativo, y que regresa 30 años después con el Presidente LÓPEZ OBRADOR, con el Congreso de la Unión bajo el control absoluto de MORENA.

Frente a la iniciativa presidencial, que pretende restar facultades exclusivas a la Cámara de Diputados en materia presupuestal, conviene preguntarnos cómo queremos que actué el Poder Legislativo Federal.

¿Cómo un perro guardián, un perro de caza o un perro faldero?

Viviendo en un sistema constitucional presidencial, voy por la primera opción: que el Congreso de la Unión y el Poder Ejecutivo, construyan y mantengan el delicado equilibrio, para que la supervisión y control legislativos, no obstruyan el funcionamiento eficaz de la democracia presidencial.

Ni perro faldero, ni perros de caza, sino simplemente y sencillamente como perros guardianes, al decir de Lebitsky y Ziblath.