Por qué los niños ven la misma película muchas veces

El cerebro de los niños usa la reiteración como método para aprender y consolidar la información de algún contexto que se plantee
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Muchas veces, las familias notan cómo los más pequeños de la casa se divierten viendo la misma película sin aburrirles y causando las mismas sensaciones, pareciendo la primera ocasión que llegan a verla, pero en realidad no es una señal extraña o mala que haya que atenderse por un especialista; lo mismo puede suceder con los primeros libros que adoptan.

Lo mismo sucede cuando el acceso a Internet era más limitado pero la repetición como método de aprendizaje ya se hacía presente, pues muchos adultos ahora, cuando fueron niños les gustaba escuchar el mismo cuento o escuchar las mismas historias familiares.

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¿Es bueno o malo?

De acuerdo con estudios de la Universidad de Susse en Reino Unido, se descubrió que los niños integran a su cerebro las historias que ven una y otra vez como una especie de patrón que es inevitable y que con el tiempo se va descifrando el mensaje a través de la repetición.

A través de un ensayo, la psicóloga Joan Wenter, lo explica así: “Cuando el niño domina el diálogo de una película o la letra y baile de una canción, quiere celebrar su éxito interactuando y participando de lo que ha visto. Aprenderse la canción de entrada de Dora, la exploradora, repetir los diálogos de Elsa y Ana, decir qué pasa en la escena siguiente es un verdadero éxito para el niño y le encanta regodearse con él”

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Ventajas de la repetición

El cerebro de los niños usa la reiteración como método para aprender y consolidar la información de algún contexto que se plantee, dando como resultado un mejor lenguaje a través de nuevas palabras a su vocabulario y comprensión de los argumentos de la historia.

Al encontrar algo nuevo dentro del contenido que le esté causando “obsesión”, consiguen satisfacción personal al haber entendido algún tema o la película entera, pues los hábitos y rutinas son importantes para los niños, pues crea seguridad y relajación a partir de reforzar lo que aprenden.

Cuando los menores escuchan lo mismo tantas ocasiones, ya sea una película, cuento, música o cuento, crea en ellos un estado de relajación porque sienten que su entorno está bajo control, pues no hay información contradictoria, no hay sorpresas, sólo placer.