“Lo peor está por venir”

 

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El mensaje a la nación de Andrés Manuel López Obrador, la tarde de este domingo, fue decepcionante. 

Y no es que se pidiera mucho, un mínimo contacto con la realidad, pero eso nunca llegó.

Desde que el propio Presidente anunció su mensaje como un informe trimestral se prendieron las alarmas. 

En momentos en que el país enfrenta una pandemia y está al borde del colapso económico, ciudadanos, estudiantes, trabajadores, amas de casa, micro y pequeños empresarios, inversionistas locales y extranjeros, asociaciones civiles y la clase política en pleno esperaba el plan de emergencia del Gobierno Federal para enfrentar la contingencia.

En cambio, lo que llegó fue un resumen de las decisiones presidenciales que tienen acorralado al país, celebradas eso sí con bombo y platillo por el responsable de la tragedia: Andrés Manuel López Obrador. 

De lo que nunca habló el Presidente fue de las medidas que tomará el sector salud ante el exponencial crecimiento de los casos -y muertes- de coronavirus en el país. 

El Presidente no habló de cómo solucionará la falta de insumos médicos como respiradores, camas, o de la falta de personal como médicos y especialistas, mucho menos de la falta de clínicas y hospitales para atender a los enfermos. 

En lugar de eso aplaudió los esfuerzos de la Marina para la contratación de médicos, sin cifras ni datos. Un curita más.

Si eso ya es por si preocupante, López Obrador desestimó la crisis económica que viene con el argumento de que será “una crisis pasajera”. Acaso no las son todas. 

Lo terrible de esa afirmación es que, ante la mayor crisis económica que ha enfrentado México en los últimos 100 años, nuestro presidente no tiene preparado ningún plan. 

Preocupante porque no entiende la magnitud de lo que viene o simplemente no sabe que hacer al respecto. 

En lugar de eso, AMLO dijo que su proyecto de nación seguirá en marcha como hasta ahora (con lo bien que ha resultado) y que no se alterará su proyecto de nación ni su programa de gobierno. 

Según los especialistas, ante este panorama se espera una contracción económica del país de un 8 por ciento. 

Con todo y eso, el Presidente presume que en la segunda mitad del año se crearán 2 millones de empleos, por lo que pidió a los mexicanos que tuvieran fe, pues la “crisis será transitoria”. 

Su “estrategia económica” se apoya en tres elementos: mayor inversión pública para el desarrollo económico y social, pleno empleo, y honestidad y austeridad republicana.

Tres elementos que ya comprobó que no sirven y que en el mejor de los casos son insuficientes. 

La promesa de mayor desarrollo económico y social es una farsa. Él mismo lo demostró el año pasado cuando la economía creció 0.00% y se crearon menor número de empleos. 

Por si fuera poco, el Presidente apuesta al pleno empleo pero se niega ha ofrecer estímulos a las empresas. ¿En dónde cree que trabajarán los millones de mexicanos hoy desempleados”. 

Y por lo visto la “honestidad y austeridad” tampoco han logrado que bajen los delitos, aumente la cobertura de la salud y alcance para las becas de todos los Ninis o adultos mayores. 

Pero como no podía terminar su mensaje sin fuegos artificiales, AMLO anunció que los altos funcionarios de su gobierno se reducirán sus salarios y no tendrán aguinaldo este año. 

No dijo el monto del ahorro, ni el número de trabajadores del estado que sufrirán la medida. Pero no hacía falta, se trata de provocar el escándalo mediático no de solucionar la crisis. 

Hasta ayer domingo se contabilizaban en todo el país 94 muertes por coronavirus, 15 más que un día anterior, así como 2 mil 143 casos, 253 más que el sábado. 

Al menos eso sí reconoció el Presidente: lo peor está por venir. 

Las reacciones a su mensaje fueron inmediatas. En los mercados internacionales el peso se devaluó un 1% ante la falta de un plan económico. 

En las redes sociales, concretamente en Twitter, el trending topic número uno fue #AMLOSeVa. Reacción adversa que no esperaron los bots del presidente, quienes trataron de posicionar el #AMLOEstamosContigo y el #AMLOSeQueda, pero se quedaron en los lugares 3 y 5 de las tendencias de esta red social. 

Políticos de oposición, articulistas y especialistas económicos también mostraron su decepción. 

Nuestro Gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca también dejó clara su opinión: “Esperé con optimismo el mensaje del Presidente. Era el momento para convocar a un acuerdo nacional para cuidar los empleos y el patrimonio de la gente. Ahora me queda claro que no hay un plan económico en marcha. Pero esto ni nos dobla, ni nos vence. ¡A jalar más duro #Tam!”.

De acuerdo al seguimiento diario de popularidad que realiza Consulta Mitofsky, al 3 de abril el Presidente de la República se encontraba en su punto más bajo de aceptación de todo su gobierno con un 48.6 por ciento de aprobación entre la ciudadanía. 

Y  como dijo el profeta, lo peor está por venir.

Pues eso.