Alcaldes en apuros

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Los alcaldes Xicoténcatl González Uresti, Enrique Rivas Cuellar y Mario López Hernández, resultaron con más cosas en común de lo que aparentaban; pues tanto en Victoria, como Nuevo Laredo y Matamoros, los presidentes municipales han tratado de burlar la ley, anteponiendo sus beneficios personales sobre las necesidades de sus gobernados. 

Esta semana el trío de ediles no solo enfrentaron protestas y reclamos en lo privado, sino también en la calle. 

La paciencia de los ciudadanos ante la falta de resultados y la rampante corrupción de sus gobiernos se ha terminado. 

Por eso las muestras de inconformidad han pasado de simples opiniones a protestas organizadas. 

Ante esto, no es extraño que los últimos resultados de las encuestas que miden la popularidad y el desempeño de los alcaldes, Xico, Rivas y ‘La Borrega’, hayan resultado entre los peores evaluados. 

A pesar de pertenecer a distinto partido político (independiente, PAN, Morena) la temeridad de estos tres ediles comparte una misma explicación, y no es otra que la falta de futuro político. 

En Nuevo Laredo, Enrique Rivas traicionó primero a su padrino político, Carlos CantúRosas, lo que lo dejó sin el apoyo de los grupos políticos locales, mientras que su desaseo y voracidad sobre el presupuesto municipal alienó a la clase empresarial y a la propia sociedad civil. 

Su reelección solo puede ser explicada por los altos niveles de popularidad de su partido, pero no de su persona, por eso ahora que sabe que su carrera política ha llegado a su fin, ha dejado a un lado los escrúpulos y las simulaciones y ha decidido servirse con la cuchara grande. 

Porque tras sus dos periodos al frente de la alcaldía y sus pobres resultados, Rivas Cuellar difícilmente (por no decir imposible) podría ser considerado por su partido para contender por una diputación federal u otro cargo de elección popular o incluso en algún cargo de la administración estatal. 

Curiosamente, el alcalde de Matamoros, Mario López, vive una situación similar a pesar de que éste es su primer periodo de gobierno y puede optar por la reelección. 

Algo inimaginable si se evalúa su poca aceptación entre la población y su falta de resultados. 

‘La Borrega’ pensó que los altos niveles de popularidad del Peje iban a ser suficientes para sostener su gobierno e impulsar por tres años más su administración. 

Con lo que no contó López Hernández es que cada mes que transcurre los niveles de popularidad de AMLO van a la baja, así que si esperamos al próximo, año las cuentas para que López Hernández repita en la alcaldía nada más no salen. 

Matamoros es el mejor ejemplo que de nada sirve que un municipio gobernador por Morena reciba gran cantidad de recursos en forma de participaciones federales, si estos recursos no llegan a las manos de la ciudadanía.

Eso sin contar con la resolución del propio Tribunal Federal Electoral, que ha dejado en manos del Congreso de Tamaulipas, su continuidad al frente de la Presidencia Municipal de Matamoros.

El caso de Xicoténcatl González es el peor de los tres, pues al ser un alcalde sin partido, la continuidad en su gobierno siempre ha estado condicionada a la capacidad de éste en dar resultados. 

Y como todo victorense lo puede corroborar, el gobierno de Xico frente a la alcaldía de Victoria ha sido el más desastroso del que se tenga memoria. 

Xico, un improvisado en la política, pero sobre todo en el servicio público, nunca tuvo en sus planes hacerse una carrera como servidor público, y mucho menos de refrendarla en las urnas. 

Por eso ha tomado su trienio como el “Año de Hidalgo”, endeudando las finanzas de la capital como nunca antes, y no solo sin dar resultados sino que además agravando los problemas que Victoria ya padecía (inseguridad, desempleo, baches, alumbrado, falta de agua, basura). 

El primer año de su administración fue suficiente para endeudar todo el presupuesto de los tres años. Ante este panorama no es extraño que el edil no busque la reelección, sino que además considere presentar su licencia para abandonar el cargo. 

Sobre todo si se toma en cuenta lo que el Doctor tiene en juego, que no es ni su carrera política (que nunca la tuvo) ni su prestigio como galeno, si no del riesgo de que sus familiares y allegados caigan en prisión, pues esas probabilidades se agravan cada día que transcurre en su administración. 

Y es que diariamente se descubren más desvíos y corruptelas del que una vez soñó con una Victoria “más allá de lo posible”, sea lo que sea que eso signifique. 

Esta vez se trata de un viñedo, donde quieren repetir el esquema de blanqueo de capitales que tanto éxito les ha dado con su mezcalera.

Pero seguramente esto no será lo último de lo que nos enteremos los victorenses, pues mientras el alcalde y su círculo íntimo se llena sus bolsillos, la ciudad se cae en pedazos. 

En fin, muchas similitudes entre los tres alcaldes que poco aparentaban en común. 

Al final termina siendo cierto eso de que el poder corrompe, en especial a las mentes pequeñas y limitadas. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) Pero no todo resultó negativo en las encuestas. Pues si bien estos tres alcaldes se llevaron las peores notas, en el Congreso de Tamaulipas los diputados locales fueron los mejor evaluados, en especial Gerardo Peña y Pilar Gómez. 

2) Papelón que hizo López Obrador en su natal Tabasco este fin de semana. El presidente exhibió su intolerancia a la crítica y a los propios reclamos de su pueblo, nunca mejor dicho. 

Si de ese tamaño son las protestas en su tierra, que se puede esperar en el resto del país. 

Porque no es cosa aislada, ahí están las encuestas que confirman que el encanto presidencial ha terminado.