¡MILAGRO! AUN MUERTOS, 24 MIL PENSIONADOS RECIBIERON APOYO

De esas cosas misteriosas que ocurrieron durante el gobierno de EPN y que sólo Carlos Trejo puede explicar.
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El estremecedor hallazgo fue realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF): durante el ejercicio fiscal 2018, la extinta Secretaría de Desarrollo Social no sólo “vio gente muerta”, sino que hasta le entregó 40 millones de pesos. De esta forma, un total de 24 mil difuntos se llevaron el recurso a la tumba (seeeee, a la tumba).

Ya que el afamado Carlos Trejo anda ocupado, el misterioso caso fue encomendado a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados. De acuerdo con La Jornada, serán los legisladores los que le echarán ojo al informe de la Auditoría, para ver si –de forma paranormal– esos millones no fueron a parar al proceso electoral que, en los tiempos en los que se enmarca el aterrador pero fascinante hallazgo, se encontraba sucediendo.

“Se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la hacienda pública federal por un monto de 40 millones 118.6 mil pesos por los pagos realizados durante ese año a la población beneficiaria que, de acuerdo con los datos del Registro Nacional de Población, ya no debieron formar parte del padrón de este programa, debido a su fallecimiento”, explica la ASF en las observaciones hechas a la fiscalización al Programa de Pensión para Adultos Mayores.

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Por si la entrega de recursos a personas muertas no fuera lo suficientemente misteriosa, la ASF también detectó que fuerzas extrañas (y quizás superiores) hicieron de las suyas para que otros 24 mil 859 difuntos también recibieran apoyo, aun cuando éste era improcedente debido a que ya eran beneficiarios de otro sistema social. Este hecho habría causado un dañó por alrededor de 107 millones de pesos.

El Programa de Pensión para Adultos Mayores era parte del Pan Nacional de Desarrollo con el que la administración de Enrique Peña Nieto pretendía ampliar la seguridad social de la población… y vaya que logró el objetivo: hasta los muertos se beneficiaron, ¡milagro!.