Que les cambien el disco duro

Los priistas no tienen memoria, pero la memoria sí tiene priistas.

Los olvidadizos caballeros tricolores no se acuerdan, o se acuerdan como les conviene, de las conductas perversas que ellos mismos -pues son los mismos- han tenido en el pasado, en el muy cercano pasado.

Pero el recuerdo popular tarde o temprano se encarga, como hoy, de cobrarles la cuenta a precio alzado.

Ésa es la única forma de explicarnos los discursos de libertadores triunfalistas de los dichosos cuadros tricolores en el desayuno con que el sábado celebraron tres semanas tarde el Año Nuevo, porque sus líderes andaban de inmerecidas vacaciones, las que los organizadores del desayuno en la Exposición, acertadamente llamada Ganadera, no consideraron importante interrumpir.

El todavía presidente estatal del ex partidazo, Pedro Pablo Treviño Villarreal, expuso allí y propuso que el PRI debe estar unido, pues sólo así ha podido ganar elecciones.

A nivel estatal, los nuevoleoneses están decepcionados, afirmó, pues llevan cuatro años de mentiras y de corrupción.

Especula el dirigente del PRI que la elección de Gobernador será el parteaguas para recuperar posiciones perdidas, por lo que cuenta dentro del partido con quienes encabezarán la Gubernatura y con quienes ocuparán la mayoría del Congreso local y Alcaldías.

Ello, supongo, si los efectivos disponibles, según la cuenta de Treviño Villarreal, no desertan, como los meros machos y las meras hembras, a un partido que les garantice cuando menos un sexenio de empleo y eso... si no les cae la UIF de Santiago Nieto.

"La gente y México están viendo a Nuevo León", señaló. "Ven en el (año) 21 que Nuevo León puede ser para el PRI el parteaguas para, a partir de Nuevo León, encabezar esa enorme cruzada que esperan los mexicanos y que los priistas vamos a dar la batalla para volver a ganar".

Pero el único santón disponible es Alfonso Martínez Domínguez, pero sería vía médium, pues está muerto desde hace bastante rato, además que su perfil no es lo más conveniente para esta especie de "new age" que vivimos.

De allí que la evocación de AMD por la Alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz, ya no convence a nadie, ni siquiera a los propios priistas de hueso colorado, como ella, que saben perfectamente que Alfonso no era, ni vivo, un activo que presumir.

Menos es de presumir, pero muy convenientemente lo pasó por alto el dirigente estatal del tricolor en blanco y negro: el pasado priista de corrupción desenfrenada, desde los días del PNR y Plutarco Elías Calles, hasta los más desenfrenados de Enrique Peña Nieto y Rodrigo Medina, pasando por el freno reventado del potro mezcalero de Jaime Rodríguez (también incluido como priista distinguido).

Los nuevoleoneses hemos padecido la decepción de los últimos cuatro años (de Jaime) de mentiras y corrupción, como dice Pedro Pablo.

Pero antes de esos cuatro años, nos echamos siete décadas al hilo de priismo corrupto, dictatorial y asesino, que engendró ejemplarmente el modelo panista y el perredista y el moreno y así hasta el infinito, pues parece no haber regreso.

Claro que estamos hartos, pero sabemos que el PRI de Pedro Pablo y de Cristina y de Martínez Domínguez y de Jaime y demás seguidores del cortejo de priistas desmemoriados y cínicos que se atreven a mostrarse como un partido viable para gobernarnos, nos partirán otra vez si vuelven a ganar.

Justamente fueron echados del poder hace cuatro años y sus lamentos hipócritas de héroes traicionados y de vírgenes imprudentes no deben conmovernos: son mentiras, son los mismos heraldos, los mismos fantasmas truculentos, como un Martínez Domínguez redescubierto como innovador y gran gobernante por la Alcaldesa de Guadalupe.