Expulsados del paraíso

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Cuando concluyó la gubernatura de Eugenio Hernández, el descarado saqueo y la trágica sucesión obligó a los geñistas a replegarse. 

Apenas unos cuantos se quedaron en Tamaulipas para cuidarle las espaldas a su jefe, pero el resto puso tierra de por medio. 

Huyeron en todas direcciones, salvo su circulo compacto: familiares, prestanombres, socios y cómplices, esos que recibieron las rebanadas más grandes del pastel eligieron el paraíso del caribe mexicano como su nueva residencia: Cancún, Quintana Roo. 

Tan cómoda fue su estancia y recibimiento (llegaron con los bolsillos llenos de billetes), que no solo compraron mansiones de lujo y residencias, se hicieron dueños de áreas turísticas completas, resorts, spas y desarrollaron mega proyectos de bienes raíces. 

Su poder e influencia fue tal que hasta financiaron la campaña de Roberto Borge, la que cobraron con jugosos contratos y hasta puestos en su gabinete. 

Los geñistas exportaron el modelo de saqueo que exitosamente realizaron en Tamaulipas y lo aplicaron no solamente en Quintana Roo, sino en varios estados y municipios del país. Sin embargo lo que pasó en Cancún fue de otro nivel. 

Y la prueba es que Borge, al igual que Eugenio, sigue preso, acusado por lavado de dinero por un monto superior a los 900 millones de pesos. Y si eso es lo comprobable, imagine el tamaño del botín. 

Con la detención de Eugenio y su pedida de extradición, el geñismo como grupo político desapareció. No solo por su falta de influencia, sino porque aquellos que se beneficiaron con el saqueó dejaron solo a su jefe por miedo de terminar como él. 

Pero si ellos abandonaron a Eugenio, el ex gobernador ha mantenido sus lealtades y ha permanecido con la boca cerrada.

Una razón es que su privación de la libertad no implicó que sus negocios se detuvieran, y por lo tanto el también ex alcalde de Victoria se mantuvo en la necesidad del uso de prestanombres para hacerse de recursos, para entre otras cosas costear su defensa. 

Otra razón para que Eugenio no hablara y no delatara a sus cómplices fue que de nada le serviría para librarse de su proceso de extradición. 

Es decir, que todo lo que sabe el ex gobernador lo ha reservado como el último recursos de su defensa en caso de que sean extraditado a los Estados Unidos y de esta forma hacer más ligera su condena. 

Y tal parece que ese momento ha llegado. 

Porque el último secreto a voces que corre entre la ‘alta sociedad’ victorense y cancunense, es que Seyed Mohammad Farough Fatemi Corcuera ha huido de Cancún para instalarse en Toronto, Canadá, como su nuevo lugar de residencia.

El asunto podría tratarse de una coincidencia, el detalle es que estos rumores se han convertido en un secreto a voces justo después de que el Juez de Control reiteró la  vinculación a proceso de Eugenio Hernández Flores por enriquecimiento ilícito y operaciones con recursos de procedencia ilícita. 

Nada extraordinario dado el peso de las pruebas en su contra, de no ser que estamos a semanas, días tal vez, que se anuncie la extradición del ex gobernador a los Estados Unidos. 

Y eso es lo que ha puesto muy nerviosos a personajes como Farough, Almaraz, Fernando Cano y los Valdez, por mencionar algunos. 

Otro rumor más que se ha desatado es que la casa de Adriana y Eugenio, donde vivieron cuando todavía eran pareja, ha sido puesta a la venta. De nuevo, nada tendría de extraordinario el chisme si no tuviéramos en consideración los tiempos del anuncio. 

Los geñistas están nerviosos, eso es seguro, y además tienen toda la razón para estarlo. 

Los cómplices de Eugenio ya tuvieron una muestra de como será el proceso contra Hernández Flores, pues han visto lo que ha ocurrido con Tomás Yarrington, quien ha logrado los aplazamientos de su juicio gracias a la información que les ha dado a las autoridades texanas. 

Y eso es precisamente lo que esperan que haga Eugenio, quien ahora sí abrirá la boca en su defensa, especialmente contra quienes lo traicionaron y lo dejaron solo. 

Pues eso.