Cuidado con el polvorín

POLVORIN.- Aquí lo hemos advertido al menos en tres ocasiones: el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene en los agricultores del país un auténtico polvorín.

El riesgo de que ese polvorín estalle, o quede sofocado, depende de los legisladores.

Si mantienen su necedad de no cambiarle ni una coma a la propuesta del Ejecutivo, y consuman con ello la reducción de 22 mil millones de pesos el presupuesto para el campo en el 2020, estarán detonando protestas masivas en la mayor parte del país, particularmente en aquellas entidades como la nuestra que son zonas agrícolas.

Ya lo hemos advertido en las anteriores ocasiones y hoy lo reiteramos: ni el Presidente ni los diputados de su partido, Morena, están midiendo bien las consecuencias que tendrá un movimiento social de los hombres del campo.

Ojalá que tanto López Obrador y los legisladores  entiendan el peligro que se cierne sobre el país. Es tiempo de dejar ese discurso hueco que solamente ellos se creen, de que atrás de las protestas campesinas están los conservadores y la mafia del poder.

La realidad es que lo único que hay atrás de las protestas es el miedo de miles de productores, que saben que su actividad como agricultores, esa que les permite subsistir económicamente, está en graves riesgos por la ceguera de un Gobierno que en todo y en todos ve enemigos, pero que además cree realmente que es dueño de una varita mágica para resolver los problemas sociales.

AHORA SI.- La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) desapareció definitivamente para dar paso a la nueva Fiscalía. Atrás quedan décadas de historia de una institución que durante los últimos años caminó en reversa.

Como reportero de la fuente de seguridad pública y justicia, durante dos décadas pude atestiguar la evolución que tuvo la instancia encargada de la persecución de los delitos. Con conocimiento de causa puedo afirmar que la PGJE tuvo épocas buenas, regulares, malas y muy malas.

Lamentablemente, los últimos años de vida de la institución fueron los peores. Bajo el mando de funcionarios sin raíces tamaulipecas , desconocedores de la problemática delincuencial de la región y, lo peor, con ambición desmedida, la PGJE terminó su vida institucional sumida en el desorden y en la anarquía acrecentando la desconfianza ciudadana.

Bajo esos antecedentes, y tomando en cuenta de que al frente de la nueva Fiscalía General de Justicia quedará el mismo personal, los augurios no son nada buenos.

QUIEREN “REVIVIR”.- El PRD, otro partido político en desahucio, hará un intento por “revivir”. Se suma al PT, que acaba de ser entregado en concesión al neolaredense,  Francisco Chavira Martínez, para usarlo como moneda de cambio en la elección del 2021.

En ese propósito, el doctor Armando Valenzuela Arroyo, acaba de asumir la dirigencia perredista en el Estado con la misión de darle vida a ese instituto político, que hasta el 2016 fue utilizado por una camarilla de personajes que se sirvió de él para construir fortunas personales.

La realidad es que la de Valenzuela es prácticamente una tarea imposible de conseguir. Si cuando recibía millones y millones de pesos en prerrogativas estatales y federales el PRD nunca fue una opción real para el electorado tamaulipeco, menos lo será ahora en que no tiene ni registro estatal y en consecuencia no recibe subsidio público.

Pareciera que las condiciones se están dando para que Tamaulipas camine con prisa hacia el bipartidismo. Si el PRI y el resto del chiquitiaje partidista no encuentran pronto el camino para regresar a la competencia, le dejarán el pastel completo al PAN y Morena.

ASI DEBE SER.- El gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, reiteró su decisión de no doblar las manos ante los embates violentos del crimen organizado en Nuevo Laredo.

Ante los periodistas, luego de atestiguar en esa ciudad fronteriza el desfile con motivo de un aniversario más de la Revolución Mexicana, el mandatario tamaulipeco denunció que la situación que vive ese municipio es de narcoterrorismo.

“Aquí no vamos a tapar el sol con un dedo. Los criminales quieren de alguna manera provocar el caos, el pánico, la inseguridad a través de actos de violencia, sobre todo promoviendo el miedo y el terror. Su comportamiento es de narcoterrorismo” señaló.

Ante ello, hizo un llamado al Gobierno federal para que haga uso de todos os instrumentos de que dispone el Estado Mexicano, para enfrentar a los violentos.

Desde luego que es de destacarse la postura asumida por Cabeza de Vaca. Así debe ser.

ASÍ ANDAN LAS COSAS

roger_rogelio@hotmail.com