“Cerraron la zona de tolerancia y empezaron mis apuros”: Analina 

Ahora se dedica a pedir limosna; necesita un bastón y alimentos.  

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Analina es una mujer sobreviviente de la zona de tolerancia que existió en la Colonia Guadalupe Mainero y que se extinguió allá por los años setenta.

Para sobrevivir, la mujer con problemas de diabetes y que apenas puede caminar, se dedica a pedir ayuda o limosna sobre el Puente de la Calle 3 y Bulevar Praxedis Balboa.

Analina no tiene un acta de nacimiento donde conste su nombre o edad, pero según sus cálculos cree que “anda” por los 79 años.

Analina Flores Orta es el nombre que eligió para tener que responder cuando alguien se lo preguntara; el día llegó.

“Yo no soy cosa buena, pero si me quieren ayudar les contaré mi historia. Alguien me dijo que siempre debo decir la verdad y yo trabajé en el oficio más viejo del mundo, y siempre he rentado por la Colonia Mainero”.

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No le apena haberse dedicado al oficio más antiguo del mundo. 

Lo poco que conoce de su infancia se traduce a que nació en el Municipio de Ocampo.

“Al quedar huérfana siendo muy niña, mis padrinos de bautizo me traen a Ciudad Victoria, nunca vi mi acta de nacimiento porque un poco después ellos también desaparecieron quedándome sola, sin familia alguna”.

Al quedar sola, siendo una joven de aproximados 16 años Analina ingresa a la zona de tolerancia, quedándose a trabajar ahí hasta 1975 año en que se clausura el lugar, ubicado en la Colonia Mainero.

Como prueba, Analina muestra un recorte de Periódico donde un periodista señala que 1975 fue el año de clausura de la zona.

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Relata sus andanzas; no sabe exactamente cuántos años tiene. 

“Guardo este papel porque ahí dice el año y con eso puedo sacar la edad que tengo, yo tenía como 30 años cuando se acabó mi trabajo, fue Magdaleno Mata Blanco el que cerró la zona y de ahí empezaron mis apuros”, asegura.

Admite que no sabía desempeñar otro oficio, por eso lloró cuando derrumbaron las paredes.

“Fue algo muy triste porque yo no sabía vivir fuera de esas cuatro paredes, y salir a buscar otro empleo, fue un fracaso”.

“Sí trabajaba pero no me iba bien y cuando me enfermé me puse a pedir dinero en la calle, muchas mujeres que conocí ahí ya murieron”.

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Sobrevivió a la zona que estaba en la Mainero. 

Con la ayuda que le dan las personas, Analina paga una renta de 800 pesos mensuales, los recibos de agua y de luz, también compra medicinas.

“Me duelen mucho los huesos de estar sentada  y por el peso batallo para caminar, necesito de un bastón; silla de ruedas todavía no ocupo”.

El día que ya no pueda caminar piensa ir a un asilo.

“Quisiera tener un lugar asegurado en el asilo de ancianos y tener mi acta de nacimiento, he intentado sacarla pero me piden muchos requisitos que no puedo reunir”, comenta.

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Analina no tuvo hijos por no traerlos a sufrir al igual que ella, y siempre se cuidó.

Si alguien puede donar un bastón o alimentos para Analina pueden buscarla después de la una de la tarde en su domicilio ubicado en 2 Ceros Bulevar Praxedis Balboa y Privada sin nombre.