Manuela fue doméstica toda su vida, sin seguridad social 

Tiene 84 años, ahora pide limosna y tiene miedo que la juzgue la sociedad por eso. 

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Doña Manuela Ontiveros trabajó toda su vida como empleada doméstica, dejó el alma y sus fuerzas en ese oficio donde muchas veces campea la ingratitud. 

“Sólo una de mis patronas con la que estuve 15 años me dio una gratificación económica, misma que ocupé en curarme de uno de mis ojos”, comenta. 

Manuela tiene miedo que la juzguen al pedir monedas en la vía pública (afuera del Restaurante Martins) a donde acude 3 días de la semana para completar el sustento.

El trabajo doméstico es muy duro - relata Manuela-, las fuerzas físicas se agotan demasiado pronto y vienen las enfermedades como la osteoporosis que padece desde hace tiempo, y que se traduce en un dolor de huesos constante. 

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Tres días por semana se pone afuera del Restaurante Martins.

“A mí me dan ayuda de los adultos mayores, pero no me alcanza. Mi hijo me tiene en el Seguro Social y es mucha ayuda... él tiene su familia y un trabajo de albañil... lo que gana no alcanza para todo, por ese motivo me salgo a pedir”, justifica. 

Manuela no quiere ser una carga para su humilde familia, por ello sale a pedir apoyo de los ciudadanos de buena voluntad que ya la conocen.

“Ya fueron a mi casa los del DIF, vieron cómo vivimos, en la casa todos estamos enfermos: yo tengo osteoporosis, mi hija de 52 años está enferma, tiene desnutrición y su esposo también está enfermo de su cabeza, ayer no tenían que comer”, comparte. 

Manuela, de 84 años, asiste los días martes jueves y sábado, durante las primeras horas de la mañana a pedir el apoyo de monedas. 

“Por un tiempo me estuvieron apoyando con despensa algunas personas pero luego se olvidaron de mí”. 

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“Quisiera que vayan a mi casa y que vean cómo vivo, todos estamos enfermos, a mi hija le falta alimentación”, insiste. 

La vivienda de Manuela y sus familiares se ubica en la Colonia Amalia G. de Castillo Ledón.

Si quieres apoyarla a ella y a sus familiares enfermos (hija y yerno) con despensa acude los días martes, jueves y sábado antes de la una de la tarde al lugar antes mencionado y ella te indicará el domicilio exacto. 

Ayudar a los adultos mayores de nuestra Ciudad Victoria es un sagrado deber... no dejemos sola a Manuela, ayudemos en la medida de nuestras posibilidades. 

“Lo que necesitamos en casa son alimentos no sólo para mí, sino para mi hija que no puede trabajar por su enfermedad, está muy flaquita, le falta alimentarse”, implora Manuela.