Pastor les ”succionaba los demonios” tras sexo oral

William Weaver, de 69 años, fue investigado por autoridades eclesiásticas y se encontró evidencia de múltiples actos de idolatría y conducta sexual inapropiada
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Un ministro presbiteriano de New Jersey está acusado de agredir sexualmente a varios fieles con el pretexto de "exorcizar espíritus malignos que habitaban en sus cuerpos".

Tres hombres afirman que el reverendo Dr. William Weaver realizó actos sexuales con ellos cuando acudieron a él cuando lo consultaron en privado para recibir consejos en la Iglesia Presbiteriana Linden.
 

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Weaver, de 69 años, presuntamente les dijo a los jóvenes que necesitaba “succionar” sus demonios a través de su semen, citando rituales de los nativos estadounidenses y un verso de la Epístola a los Efesios, donde se indica a los cristianos: “Pónganse toda la armadura de Dios”.

Según las declaraciones de impacto que los tres sujetos enviaron al Presbiterio de Elizabeth, que tiene jurisdicción sobre la Iglesia de Linden, Weaver les ordenó que se desnudaran y se acostaran. Después, les colocó una “moneda de ángel” en la frente y les puso piedras en las manos y en los tobillos, pidiéndoles que las sostuvieran en equilibrio.

Casos testigo
 

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Uno de los hombres, A.J. Meeker, afirma que comenzó a acudir a Weaver por problemas familiares en 2000, cuando tenía 20 años. “Me rehúso a permanecer en silencio”, escribió en su declaración. “Necesito asegurarme de que esto nunca le vuelva a pasar a nadie”.
 

Otro de los hombres, Jared Staunton, señala que después de su ataque, Weaver “me levantó la cabeza y me miró a los ojos, diciendo, ‘Ya no tienes de qué preocuparte, ahora yo soy tu protector’”. Tras decir esto, afirma Staunton, el ministro lo besó en los labios.

“Hacía el bien por un lado”, declaró a My Central Jersey. “Pero por el otro, hizo todo este mal a quien sabe cuántas personas. No es posible que sean solo tres personas. Tiene que haber más”, afirmó una de las víctimas.

En una investigación realizada por la Iglesia Presbiteriana, se encontraron pruebas creíbles de “múltiples actos de idolatría y falta de ética sexual”. Presuntamente, también se descubrió pornografía gay en una computadora propiedad de la Iglesia que estaba en la oficina de Weaver.