Liberalismo obsoleto

"La idea liberal se ha vuelto obsoleta.

Ha entrado en conflicto con los intereses

de la mayoría de la población".

Vladimir Putin

En una entrevista con el Financial Times, publicada el 27 de junio, el Presidente ruso Vladimir Putin declaró obsoleto el liberalismo.

No es el único gobernante actual que cuestiona la doctrina de la libertad. Donald Trump en Estados Unidos, Victor Orban en Hungría, Matteo Salvini en Italia, Recep Tayyip Erdogan en Turquía, Nicolás Maduro en Venezuela y muchos más han criticado el liberalismo.

En algunos temas también lo ha hecho Andrés Manuel López Obrador, aunque en otros mantiene posiciones liberales.

Cada uno tiene su versión de liberalismo. Para Putin la "idea liberal" es la defensa de la migración, las fronteras abiertas y el multiculturalismo. Lo mismo sostienen Orban y Salvini.

Erdogan suma la falta de respeto a las tradiciones del Islam. Trump cuestiona la migración y el libre comercio.

Ninguno lo dice, pero todos se oponen también a los procesos democráticos y a los contrapesos a su poder. Todos se quejan, además, de los medios críticos.

El Presidente mexicano es liberal en algunos puntos. No sólo no se ha opuesto a la migración, sino que ha apoyado a los centroamericanos (no a los venezolanos) que han ingresado al País.

Si bien muchos en su movimiento se oponen al libre comercio, él respaldó el nuevo tratado con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, sobre el que dijo: "Estamos apostando, estamos decidiendo por el libre comercio; no tenemos ninguna duda".

También son liberales su insistencia de recortar el gasto público, de no subir impuestos y de combatir la corrupción y los privilegios de los funcionarios.

En otros asuntos, sin embargo, López Obrador es conservador o iliberal. Lo es su propuesta de construir un país autosuficiente que produzca, hasta donde sea posible, todo lo que consume, la cual es inquietantemente similar a la de Trump.

También contrarias al liberalismo son sus decisiones de prohibir unilateralmente inversiones mineras, desconocer contratos firmados con constructoras de gasoductos o concentrar las inversiones de petróleo y electricidad en dos monopolios gubernamentales.

Es el mismo caso con sus posiciones moralistas sustentadas en el evangelismo cristiano.

Putin tiene razón cuando dice que el liberalismo es rechazado por las mayorías en muchos países. En parte esto es consecuencia de que la gente es por naturaleza conservadora.

Las libertades generan desconfianza y mucha gente busca prohibir las conductas o ideas que incomodan... de los demás.

Los gobernantes, por otra parte, han aprendido que una forma de ganar votos es apelar a los instintos conservadores y discriminatorios de la gente.

El liberalismo, sin embargo, ha sido la doctrina filosófica, política y económica que mayores beneficios ha aportado a la humanidad.

Los primeros vislumbres del liberalismo surgieron en el Renacimiento, cuando el comercio y la banca empezaron a florecer en Europa tras un Medievo de restricciones, y empezó a tener un franco auge en la Inglaterra del siglo 19.

Los niveles de vida de la humanidad tuvieron un aumento espectacular a partir de ese momento. El libre comercio fue crucial, pero también la innovación tecnológica que sólo viene acompañada de la libertad de pensamiento

Muchos políticos se han sentido siempre incómodos ante el liberalismo. La respuesta debe ser contundente. El liberalismo no sólo no es obsoleto, sino que es más relevante que nunca. Por eso hay que defenderlo con ahínco ante autoritarios y conservadores.