Asesino y caníbal: se creía mitad perro
Florida, Estados Unidos.- Cuando encontraron a Austin se encontraba masticando el rostro de una de sus víctimas. Se trata de un estudiante universitario fue acusado de matar a una pareja y masticar la cara de uno de ellos, declaró que se creía "mitad perro".
Austin Harrouff, de 22 años, también se convenció de que tenía super-poderes , se creía Jesús y pensaba que los demonios lo perseguían.
Los perturbadores detalles fueron publicados en un reporte de salud mental y formarán parte de la defensa para que el caso sea tomado como locura.
El juicio por asesinato comenzará el 4 de noviembre.
Sus abogados argumentarán que no sea tratado como un criminal responsable de la muerte de John Stevens de 59 años y Mischon de 53.
La evaluación psiquiátrica de 38 páginas indicó que Harrouff escribió canciones, que incluían en la letra "hay un nuevo sheriff en la ciudad, te va a comer y te hará fruncir el ceño" y otra que describió el rostro de una chica como "delicioso".
El joven también dijo que se preocupó por los Illuminati, Ying y Yang, además de creer que el agua era una "fuente de poder" que le permitía mantenerse joven.
Entre sus búsquedas de internet más comunes se encontraban las palabras "mania" y "alucinaciones".
El reporte agregó Austin, días antes del ataque, pensó que era mitad perro, por lo que compró un cuchillo para protegerse.
Harrouff tiene un vago recuerdo de haber cogido un machete o "algo así", apuñalar a la mujer y morderla. Se creía un perro cuando la mordió."
Agregó el reporte, que concluyó que sufría un severo desorden bipolar, y "un episodio maníaco agudo con características psicóticas".
Cuando Austin Harrouff fue arrestado el pasado 15 de agosto de 2016 en Florida, tenía lo que parecía ser carne y hueso dentro de su boca cuando la policía lo quitó de uno de los cadáveres.
Los oficiales de policía dijeron haber encontrado a Harrouff en la escena del crimen haciendo gruñidos sin parar, mientras mordía los trozos del rostro de Stevens.
El universitario previamente se había declarado inocente de dos cargos de asesinato en primer grado, intento de asesinato en primer grado y robo.
Después del ataque pasó semanas en coma después del ataque, se cree que ingirió sustancias químicas cáusticas que encontró en la cochera.
No se disparó contra el adolescente por temor a herir a Stevens, el joven fue descrito como inusualmente fuerte.
La pistola paralizadora no pudo detener a Harrouff y la policía sólo pudo somterlo cuando un oficial llegó con un perro policía que mordió al adolescente.
El cuerpo de Mishcon pronto fue encontrado en la cochera.
Según los documentos judiciales, Harrouff no recordaba el terrible suceso y dijo a los oficiales: "Ayúdenme, comí algo malo."
Al preguntarle qué había comido, dijo "humanos" mientras escupía trozos de carne.
En el reporte se agregó además de que el joven pidió a los oficiales que lo mataran: "Dispárenme ya, merezco morir".
La familia de Harrouff declaró que había estado actuando extraño las semanas anteriores a las muertes.
Su madre dijo a la policía que Austin creía que tenía superpoderes y que había sido enviado a ayudar a la gente, además de mover la cama a la cochera porque pensaba que había demonios en la casa.
El padre del adolescente, Wade le contó a los investigadores que habían ido a dar un paseo el día de los asesinatos. En la caminata se encontraron dos conchas de tortuga, esto hizo que su hijo sacara un cuchillo diciendo que algo malo iba a pasar.
Convenció a su hijo de apartar el cuchillo, luego encontraron los cuerpos de Mishcon y Stevens.
Más tarde por la noche, el adolescente cenó en un restaurante con su padre y hermana, antes de ir a la casa de su madre, donde intentó tomar aceite vegetal.
Harrouff regresó al restaurante, pero volvió a irse 45 minutos después, antes de realizar los asesinatos.
Se cree que caminó millas hasta la casa de sus víctimas, cerca de la propiedad de su padre.
No está claro como se encontro con Stevens y Mishcon, pero aparentemente ellos se encontraban en su cochera con la puerta abierta, viendo la televisión.
Tras una entrevista grabada, el psicólogo Phil McGraw le mostró las fotos de sus dos víctimas.
"Me siento terrible", dijo. "De verdad, de verdad no tengo palabras para explicar cómo me siento. Es como una pesadilla"
Es lo más difícil por lo que he pasado. Nunca imaginé que esto sucedería y lamento profundamente a la familia afectada, espero que algo así nunca vuelva a suceder."
"Nunca haría ago así conscientemente. Nunca lo planee, no quise hacerlo"
El Dr. Phil le preguntó si Harrouff estaba "avergonzado" por la noche del suceso, lo que lo llevó a llorar:
¡Sí, sí! Sólo quiero que las familias sepan lo que siento. No puedo imaginar cómo se debe sentir"