Durmió con una joven y casi lo linchan

Los hechos sucedieron en Coacalco, Estado de México.
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Coacalco, Estado de México.- Héctor sobrevivió a un linchamiento. Recuerda que imploraba clemencia, sin embargo, la población enardecida no lo escuchó y lo tundieron a golpes, sin piedad. “Yo no soy un ratero, yo no soy un ratero”; les gritaba, pero nadie quiso escucharlo.

El origen, un malentendido registrado en el municipio de Coacalco, el 8 de octubre pasado.

“Me empezaron a golpear unas 15 o 20 personas, me pegaron con los puños, me dieron patadas, hubo un momento en que dos chavos me agarraron uno de cada brazo para que no me siguiera cubriendo la cara y me pegaron con un bate de béisbol ocasionándome lesiones graves y la pérdida de varios dientes”, narra Héctor.

“Gritaban que me echaran gasolina, pensé que no me iba a salvar”, dijo.

Con la mandíbula fracturada y la cara llena de sangre, Héctor estuvo sentado afuera de un local y sólo una persona lo ayudó.

24 horas antes, Héctor, que trabajaba como chef en la Ciudad de México, conoció a una joven con la que acudió a un evento de música.

“Ahí nos encontramos a unos amigos y estuvimos conviviendo con ellos, nos movimos como a las 11:00 de la noche. Me dijo que podía quedarme en su casa porque yo ya no alcanzaba transporte para la mía; dijo que vivía sola nada más con su hija, de ahí nos fuimos a su casa que es en Parque Residencial Coacalco”, relata.
 

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Esa noche Héctor durmió en la vivienda de la mujer, ubicada en Parque Residencial Coacalco.

Nos dormimos ese día como hasta las cinco de la mañana, y muy temprano, por la mañana, alguien la fue a buscar, ella me dijo que me escondiera en la zotehuela para que no me vieran, estuvieron platicando unos minutos, después se fueron, al no oír voces subí a la casa y ya no estaba y ella ya le había echado llave a la puerta de su casa”.

Héctor se había quedado sin pila en el celular y al estar incomunicado decidió esperar a la joven para que sus vecinos no pensaran que era un ratero por brincarse la casa. La esperó hasta las siete de la noche, pero ella regresó al inmueble con toda su familia.

“Entra al cuarto y me ve y yo pensé que no había ningún problema, atrás de ella entra su hermana, la chava empieza a gritar que yo estaba robando en su casa, que yo era un ratero”.

Héctor se dio cuenta que esas personas no lo iban a escuchar y la mujer que lo había invitado a su casa negó conocerlo, por lo que, al sentirse acorralado, se echó a correr, pero no llegó muy lejos, ya que fue alcanzado por una moto verde y ahí comenzó su martirio.

“Le empiezan a gritar a la gente que yo era un ratero y la gente me comienza a golpear”.

Héctor estuvo a punto de perder la vida, le causaron diversas fracturas en la cara, además de que le robaron sus pertenencias.

Llegó la policía y ellos ya me levantaron del suelo y me llevaron al MP y de ahí me llevaron a una clínica en Villa de las Flores y ahí no me quisieron atender”.

La víctima visitó tres hospitales más, hasta que lo recibieron en el Hospital General Rubén Leñero, ahí fue sometido a varias cirugías. Ahora Héctor exige justicia, pues por las cirugías que le practicaron teme que ya no pueda regresar a trabajar como chef.

“Quiero que esas personas den la cara y se hagan responsables, así como fueron tan valientes para incitar a la gente a golpearme de esa manera que se hagan responsables, ahorita estoy esperando a que se desinflame por completo mi cara para que podamos ir con el oftalmólogo a revisar uno de mis ojos, con los que no veo bien y de ahí pasar con el dentista para ver lo de mis dientes, me faltan alrededor de 12 dientes”.

Hasta el momento, ninguno de los agresores ha sido detenido.