Su 'panza cervecera' era un siniestro padecimiento

Luego de mucho tiempo, Héctor descubrió el verdadero problema de sus "kilos de más"
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Los Ángeles, EU.- Por varios meses, Héctor Hernández no entendía cómo fue que su estómago había crecido tanto a través de los años. El hombre de origen latino de 47 años de edad vio como su barriga crecía hasta que le fue imposible inclinarse para amarrar sus zapatos.

Todos atribuían el problema a la bebida, y coincidían en que se trataba de una barriga ''cervecera''.

Simplemente pensé que estaba gordo. Siempre he sido un tipo grande'', contó Hernández a The New York Times al descubrir que su condición se debía a un tumor de 35 kilogramos, el más grande que sus médicos hayan visto.

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Héctor relató que doctores le pedían que por salud dejara de consumir cerveza, sin embargo, él respondió que no bebía. Hernández descartó que comiera en exceso pues incluso cambió su dieta a una completamente basada en verduras.

Después le costaba acomodarse en su escritorio de trabajo y comenzaron los síntomas: estreñimiento, acidez y dificultad al respirar, por lo que acudió con un experto.

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En la primer consulta con el médico, le dijeron que ''algunas personas aumentan de peso de maneras misteriosas'', por ello no se conformó con la opinión y buscó una segunda.

El diagnóstico fue liposarcoma, extraña forma de cáncer que nace en las células grasas y se transformó en un gigante tumor en su abdomen. Así lo confirmó William Tseng, cirujano oncólogo de Keck Medicine de la Universidad de California del Sur, que además agregó que era el más grande que había visto en su vida.

Normalmente los tumores de esa clase pesan entre 10 y 14 kilogramos, por lo que el tumor prácticamente engulló uno de los riñones de Hernández. Tras una operación de seis horas finalmente le pudo ser retirado.

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Los liposarcomas no son exclusivos en el estómago. Comúnmente se malforman detrás de las rodillas, muslos y con menos frecuencia, en el cuello, la vulva o la axila. Su incidencia es de 1 por cada 100 mil personas siendo más recurrente en adultos de 40 a 60 años.