AFILADOR, ¡A MUCHA HONRA!
Ciudad Madero, Tamaulipas.- Ser afilador es el oficio que tiende a desaparecer ante la poca demanda que existe en la zona sur de Tamaulipas.
Son muy pocos los que continúan con este negocio y se resisten a que muera.
Alfonso Martínez Hernández, de 88 años de edad, trabaja de afilador desde 1970, comenzó en los municipios del norte de Veracruz y ahora recorre la zona sur de Tamaulipas.
A bordo de su bicicleta habilitada con un disco para afilar objetos de acero, visita colonia por colonia desde las 08:00 hasta las 17:00 horas, haciendo uso de la tradicional flauta que emite el sonido ya conocido por los ciudadanos.
A casi 50 años de realizar este oficio, reconoce que poco a poco ha venido a la baja el número de clientes, por lo cual batalla para conseguir el sustento para su hogar.
No obstante, su amor por este trabajo que lo mantuvo por mucho tiempo le impide dedicarse a otra cosa.
Las peluquerías, estéticas, carnicerías y comedores, son los clientes que más solicitan de su trabajo, cuando anteriormente era de los mismos domicilios particulares los que pedían el servicio.
El costo es por pieza, desde 15 hasta los 25 pesos dependiendo el objeto que sea y el tamaño, también influye la antigüedad, puesto que los que están muy gastados requieren de un mayor esfuerzo.
A pesar de su avanzada edad, don Alfonso no cuenta con ninguna pensión u apoyo gubernamental, por ello todos los días sale a recorrer las calles de Tampico y Ciudad Madero con la esperanza de obtener los recursos que le permitan subsistir.