Cempasúchil, de  Victoria para el mundo 

En el Ejido La Libertad Javier Estrada cosecha también mano de león y pomitos 

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- En el ejido la Libertad, entre surcos multicolor, el agricultor Javier Estrada Ruiz corta las últimas "flores de Muerto” que en los últimos días han sido un espectáculo para propios y extraños. 

Con machete en mano Javier bromea con los “cortadores de flores” que hacen un gran ramo de mano de León, cuyo precio es de 200 pesos. 

“Hace 15 años que sembramos y comercializamos las Flores mi esposa y yo, esta parcela la que tenía la escuela, pero la gente no sabe que hay una gran riqueza en la tierra y la abandonaron".

Pone el ejemplo desde el Ejido La Libertad
Pone el ejemplo desde el Ejido La Libertad

"Después los ejidatarios me la pasaron a mí para que yo la trabaje, y empezamos a meter la Flor, en una navidad mi esposa cosechó nochebuena”, comenta. 

De las 5 hectáreas que constituían la parcela sólo se siembran dos, porque se repartió una parte para construir una escuela de Educación Especial. 

Además de la milpa donde siembran las flores, Javier tiene otros dos terrenos donde siembra frijol, maíz y calabazas.

Fue tanta a demanda, que las flores no llegarán al domingo
Fue tanta a demanda, que las flores no llegarán al domingo

“Yo vivo de esto, si la gente sembrara no habría tanta pobreza y hambre. La tierra es tan bondadosa que además de darte de comer, te genera ganancias”, afirma. 

Este año fue el más exitoso para Javier en la comercialización de las Flores Mano de León, cempasúchil y pomitos (una flor pequeña morada y plata con la que se adorna el ramo para el Día de Muertos). 

“Nos faltaron flores, yo creo no vamos a llegar al domingo, vinieron comerciantes de Puebla, Soto La Marina, Santa Engracia y los de aquí de Ciudad Victoria. Toda la flor que ven allá afuera se llevó de aquí”. 

La semilla la trae de Cedral y de Matehuala, es cara y los fertilizantes aún más, pero hay que invertir en la tierra.

“Aquí se tiene que invertir y trabajar mucho, desde muy temprano hasta el atardecer, pagar a los que cortan la flor; ellos ganan 350 pesos al día, además de la comida”. 

SIGUEN LAS CALABAZAS, ELOTES Y FRIJOL 

En unos días más Javier cosechará calabazas de Castilla, mismas que comercializa en la localidad.

“Lleno varias cajas y las subo a una camioneta y nos vamos a vender. El maíz es para el gasto, para comer elotes y hacer tortillas”. 

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Los cortadores sacan los últimos ramos de la parcela, entre un ambiente de alegría por la bondad de la tierra, que les da el sustento.

“Ya la gente no siembra, yo les diría a los que tienen abandonadas las tierras que vuelvan a sembrar, que honren la herencia de sus padres, porque con la tierra lo tenemos todo”, expresa. 

Después de las últimas flores, Javier pasará el tractor para sembrar calabazas, y cosechará el frijol de las “matas” que se asoman al final de la parcela de 2 hectáreas. 

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ES UN EJEMPLO 

Por su carácter emprendedor, Javier Estrada Ruiz es un ejemplo de perseverancia para los victorenses.