Murió Don Camilo, el héroe de Los Troncones

Hace dos años rescató a un joven autista que se perdió en el área de Los Troncones. Conoce su historia.

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El sábado por la noche, víctima de linfoma, falleció Camilo Hernández Ortiz, un héroe del ejido Vicente Guerrero. Hombre sencillo que amó a Ciudad Victoria y a sus semejantes. 

Hace dos años, en el mes de enero, Camilo Hernández Ortiz encontró al joven autista Luis Fernando Smer Barreto extraviado en el área boscosa Los Troncones.

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El 25 de enero encontró al joven

Durante casi 24 horas grupos de rescate y voluntarios 'peinaron' la sierra en busca del joven, pero el éxito fue para Don Camilo que lo encontró en el rancho "La Sepultura" mismo lugar donde presuntamente había desaparecido. 

La proeza le acarreó la admiración de los victorenses y el reconomiento de la autoridad municipal en aquel tiempo. 

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Todo un operativo se montó durante el extravío

Emmanuel Hernández, uno de los 18 nietos de Camilo, informó con tristeza el deceso del hombre de 79 años. Apenas el sábado por la mañana se pedía la donación de sangre tipo AB positivo para su abuelo.

"Lamentablemente mi abuelito falleció anoche, le habían diagnosticado un linfoma", comentó Emmanuel Hernández.

Camilo Hernández nació en Tinajas, Nuevo León, en 1938, pero en 1945 vino a radicar a Ciudad Victoria, dedicándose a la forestación, "siempre haciendo leña", como dice su nieto Emmanuel. 

La vida de Don Camilo transcurría en esa área del bosque en el ejido Vicente Guerrero, siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros ejidatarios y a la gente más necesitada. Esa ocasión el joven Luis Fernando no fue la excepción, al encontrarlo a pocos metros de su casa, prestándole auxilio de inmediato. 

"Mi abuelo tuvo 10 hijos y 18 nietos, él amaba a Ciudad Victoria, nos contaba sus historias de cómo era la ciudad cuando él era joven".

"La sierra era su hogar, conocía cada cañón y cada montaña, conocía de todas las plantas y su vegetación". 

Don Camilo bajaba a la Ciudad trepado en su burrito para llevar mandado a su ranchero, el hombre que ayuda en las labores del campo.

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¡Gracias Don Camilo!

Su familia, amigos y compañeros del ejido Vicente Guerrero lo van a extrañar mucho: 

"La enseñanza que nos deja es su pasión por ayudar al que necesita: siempre servicial, una persona muy buena, lleno de experiencia y sabiduría", finaliza su nieto. 

Que descanse en paz Don Camilo. Mucha fortaleza para su familia y para el ejido Vicente Guerrero por la irreparable pérdida.