Ignacio sueña con volver a ver a su madre

Hace 12 años que espera el reencuentro; requiere juntar dinero para ir a Michoacán con ella

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-  El sueño más grande de Ignacio Pacheco, un joven de 17 años, es reunirse con su madre y hermanos que viven en Michoacán, a quienes no ha visto desde que tenía 5 años de edad.

"A veces  pienso que no lo voy lograr. Reunir el dinero del pasaje es difícil porque hay que pagar renta del lugar donde vivo y comer. Hace tiempo pregunté el costo del boleto y estaba en más de 700 pesos", dice. 

Ignacio es vendedor de chicles, lavacoches, albañil y cualquier trabajo de limpieza que le manden como lavar trastes, trapear y barrer, oficios que aprendió a desarrollar en los cruceros y calles de Ciudad Victoria.

"Trabajo desde los 6 años de edad en el 17 Juárez, en los cruceros, en la venta de chicles o lavando coches”, comenta. 

“No fui a la escuela y apenas puedo leer y escribir algo. Viví con una familia que eran mis parientes, pero mi verdadera familia está en Michoacán”, añade. 

Desde los 5 años de edad llegó a Victoria, con su bisabuelo
Desde los 5 años de edad llegó a Victoria, con su bisabuelo

Ignacio llegó a Ciudad Victoria debido a que su bisabuelo estaba solo y enfermo; su madre lo mandó para que le hiciera compañía.

"Pero mi bisabuelo falleció y yo me quedé un tiempo con una familia, trabajando desde los 5 años de edad, porque mi madre no tenía dinero para enviar por mí. Es una mujer muy pobre como yo, que se dedica a la artesanía de tejido de sillas". 

Actualmente Ignacio se fue a vivir con un amigo, con quien comparte la renta, de ahí que sus trabajos se han multiplicado. Cuando no hace el aseo en un negocio, la hace de lavacoches y vendedor de chicles. 

Pero una de las metas de Ignacio es inscribirse a la escuela primaria abierta, donde le cobran 300 pesos de inscripción. 

"Por eso estoy vendiendo chicles también en el tiempo que me queda libre. Llevo ahorrados 150 pesos, quiero estudiar para ayudar a mi madre el día que regrese (él a Michoacán), pues tengo cinco hermanos y ella necesita que le eche la mano, es que yo no tengo papá”, dice. 

El joven conoció a su madre María Librada Venegas gracias a que uno de sus hermanos le envió unas fotos mediante Facebook, también por eso sabe que tiene cinco hermanos (tres varones y dos mujeres). 

La vida no es fácil para un joven como Ignacio, pero su esfuerzo y lucha en soledad son ejemplo para muchos; una oportunidad para valorar a la familia y el amor a la sangre y al origen. 

Ojalá logre el sueño de regresar con los suyos. 

Si quieres apoyar a Ignacio para reunir la inscripción a la primaria o boleto de regreso a casa, mándale inbox al Face Ignacio Varela Rodríguez. 

"Yo checo mi Face, aunque apenas sé leer, no tengo celular, hago el aseo en un ciber y ahí aprovecho para agarrar la computadora”, explica.